La niña de fuego en Catas con Arte

Los del New York Times tenía razón. Ni baila ni canta pero no se la pierdan. Lola no era un persona corriente, era el desorden y el entusiasmo. Legendaria y mítica. Desbordante erotismo alrededor de Manolo Caracol en La niña de fuego ante una España de patriotismo y doble moral.

Lola no es mar serena. Lola no es nostalgia. Reina de la picaresca, Lola Flores, tormentosa en amores, fue una mujer avanzada a su tiempo representando el símbolo cultural de un país que salía del letargo y de una dictadura bajo palio que también llenaba de volantes y de coplas un clima represivo e intolerante.

Más allá del personaje, Lola Flores simboliza la relación entre mujer y flamenco, la liberación, pero también los amantes ocultos, el sexo prohibido, los amores imposibles e inconfesables, las mujeres perdidas, la belleza de lo ilícito.

Paco Benavent, del Centro Andaluz de Flamenco conoce bien la figura de Lola y ha producido ediciones discográficas y bibliográficas flamencas. María Cala de Jerez, un mariquita admirador de Lola nos contará sus anécdotas con la Faraona y Verónica Díaz y Paco Medina nos interpretarán en directo Pena, penita, pena, La Zarzamora y otros grandes éxitos de Lola.

En Jerez el próximo miércoles 28 de mayo en un marco incomparable: el patio de Las Cuadras, un precioso palacio neoclásico del siglo XIX en la Plaza de la Asunción con los vinos de la Bodega Romate y el análisis técnico de la enóloga con más futuro del Sherry, la jerezana Reyes Gómez Rubio.

La cata comprende: