concert music festival en chiclana

La mejor noche de Pablo

  • Pablo López sale triunfante de su recital en el Concert Music Festival de Sancti Petri

  • La gira 'Mayday & Stay Tour' presenta una brillante escenografía y un repaso por los temas más conocidos del malagueño

Pablo López durante su actuación en Sancti Petri, este lunes.

Pablo López durante su actuación en Sancti Petri, este lunes. / Sonia Ramos (Chiclana)

Cuando Pablo López le confesó a Chiclana este pasado lunes que estaba viviendo La mejor noche de mi vida buscando las notas exactas, hasta en sus propios lapsus, tras casi dos horas y media de intensidad desbordada sobre el escenario, nadie que hubiera sido partícipe del éxtasis comunitario pudo dudar de su santa palabra. Lo sabían sus zapatos, las privilegiadas teclas de su piano y las que logró tocar en el alma de Sancti Petri. López y su público fueron uno en un concierto a medias entre la arrebatadora fuerza del artista malagueño y la entrega de los fans, acérrimas voces cantantes de una velada tan inolvidable como las dos anteriores –2018 y 2019– en el Concert Music Festival.

Con las manos arriba, libres sin tregua, la garganta afinada para la ocasión, borrachos de disfrute colectivo, la audiencia fue tan protagonista de la velada como el propio cantante y compositor que regresaba esta vez a suelo gaditano con la gira Mayday & Stay Tour, una propuesta de brillantez escénica y contenido de calidad. Un fantasía enjaulada literalmente sobre las tablas que poco tardó en liberarse, apenas en las primeras notas de piano y las interpelaciones directas del respetable hacia el malagueño. "¡Eres un monstruo picha!", se oyó desde las gradas a poquito de empezar ese recorrido por cuatro discos y tantas vivencias compartidas. Y fue entonces, solo entonces, cuando empezó a armarse la revolución a modo de vis a vis falto de pudor y sobrado de momentos a enmarcar.

"¡La madre que os parió! Hay lugares y lugares... Me pongo intenso, os cuento un par de historias de las mías y vosotros me puteáis", afirmaba López ante la guasa gaditana, que es la manera más certera que tiene esta tierra de saludar al arte. El malagueño buscó su cámara para decirle a Cádiz a los ojos, a esos rostros entusiasmados cubiertos por mascarillas, que estaba allí para partirse el pecho, para cantar, sudar y emocionarse al borde de la lágrima con ellos, como un ritual bajo la sagrada ley de la música. "Lo bonito es que estáis ahí, es bonito soñar por algo", admitió antes de arrancarle notas al instrumento sin perder el Tempo.

En el previo a esos interludios entre melodías compartidas con el público, Pablo López se convirtió en aquel niño enrabietado que jugaba en El Patio –emocionante en todas y cada una de sus ejecuciones, hoy y siempre, como obra maestra que es– y gritó Mama No con la fuerza de mil titanes para, a continuación, animar a palmear la melodía de Imagina tú acompañado de una banda tan embriagada de música como el propio artista.

Peleón en el directo como pocos, Pablo López afrentó el buenismo, "el empeño de hacer de la alegría un imperativo" afirmando que "hay que llorar de vez en cuando , cuidar de la tristeza y cantarle al enemigo, vacilándole", a Tu enemigo, que se sirvió en una loca batucada.

A Cádiz Pablo López le pidió que le cantara libre y Ángela, una de sus seguidoras entre las butacas, le tomó la palabra. "¡Qué te quiero!", le gritó, y la efusividad sincera tuvo recompensa inmediata. El músico le dedicó a ella y a todo Sancti Petri Dos palabras. "¡Me encanta la vida!", soltó ante ese trozo de vida salido de las bocas que no pueden permanecer silentes ante el talento.

La comunicación entre artista y público fue una constante durante casi dos horas y media

En la mejor noche gaditana de Pablo López se alternaron composiciones recientes del álbum Unikornio. Once millones de versos después de ti, como KLPSO, con ya clásicos de su repertorio, como el éxito El mundo. Y "¿cómo coño voy a descansar de este mundo Rafa?", le preguntaba desde las tablas al hilo de la canción al promotor de Concert Music Festival ante la apabullante reacción que sus canciones tuvieron en los asistentes.

En este frenético universo de pantallas, a Pablo López le emocionó ver entre el público carteles hechos a mano con mensajes de cariño al tiempo que sacaba a pasear a El gato y ofrecía barra libre de peticiones en las que recordó a su mánager Armand Martín, la mano que ha apretado fuerte en este delicioso camino de canciones hacia el éxito.

"Yo un día escuché a la vida, se me hizo tarde, pasó de mí pero parece que hoy ha venido", dijo pletórico en su triunfante cita gaditana para agradecer tanto calor. Y da lo mismo que lo cuenten las entrevistas "en el New York Times o Diario de Cádiz" porque en una trayectoria de noches en vela frente a la partitura, vino y rosas y mucha carretera nunca hay que parar de dar las gracias al equipo de profesionales que acompañan al artista en ese camino jalonado de gloria por su entrega y dedicación.

Temas como Mariposa, VI, 7, El invierno nos guarda, La niña de la linterna –entre un mar de luces–, Viba y Unikornio terminaron de conformar el canto libre de Pablo López en la mejor noche, de tantas y por siempre, de su eterno idilio con Cádiz.

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