Estas cuatro calas de Cádiz están perfectamente escondidas como un tesoro por explorar
Descubre estos enclaves costeros conocidos como las Calas del Quinto
Esta es una de las calas más impresionantes de la Costa de Cádiz: “Es un paraíso perdido”
Cuando llega el verano la Costa de Cádiz se refleja a ojos de sus visitantes como un tesoro por explorar. Playas vírgenes y rincones muy especiales que rozan el paraíso, así como calas escondidas y acantilados de vértigo que se asoman a un horizonte de un celeste sin igual.
Conil de la Frontera es el municipio costero de Cádiz que más tesoros oculta. Su paisaje de costa formado por un sinfín de calas, hacen de él un lugar único para disfrutar del mar en perfecta intimidad. Calma, paisaje de ensueño y unas aguas turquesas y cristalinas, completarán tu experiencia en la costa conileña.
Más allá de las calas de Roche, descubriremos las Calas del Quinto. Esas tres calas de Conil están formadas por la Cala Melchor, Cala Pitones y Cala Sudario. Todas ellas se encuentran en medio de un entorno natural y bordeadas por acantilados de tierra rojiza.
En primer lugar tenemos la Cala Melchor, es una pequeña calita de unos 600 metros de longitud aproximadamente por unos 20 metros de anchura. Su arena es fina y dorada. Está rodeada de acantilados de piedra rojiza, además de encontrar muchas rocas a pie de playa. Es un lugar tranquilo donde no suele ir mucha gente, ideal para disfrutar de momentos de calma junto al mar.
La Cala Pitones es la segunda de las calitas pertenecientes a las llamadas Calas del Quinto. Es una calita pequeñita rodeada de gran cantidad de rocas, de arena fina y dorada. Cala de Pitones se diferencia del resto por su complicado acceso. Hay una gran bajada por la que hay que ser cautelosos.
La Cala Sudario es la última de las calitas, es una calita pequeña, de unos 300 metros de longitud y unos 15 metros de anchura. Es una playa virgen, de arena fina y aislada, y al igual que en las anteriores calitas, no resulta extraño encontrar gente practicando nudismo.
Después de las Calas del Quinto, encontramos la Cala Camacho. Tiene unos 400 metros de longitud. Su arena es fina y dorada. Está completamente rodeada de rocas y acantilados. Es una playa muy virgen y sus visitantes hacen lo posible para que continúe así.
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