La venta, en la sombra
La excesiva lentitud en el nombramiento de un nuevo presidente y su consejo provoca que se vislumbre el cambio de dueño · Un grupo gaditano va a solicitar una reunión con el máximo accionista del Cádiz
El Cádiz es un auténtico galimatías que está poniendo en peligro la planificación de la próxima temporada. El descabezamiento que sufre el club y los problemas económicos que asoman a la vuelta de la esquina hacen que el futuro de la sociedad sea cada vez más oscuro. La intención de elegir a un nuevo presidente y formar un consejo de administración se está ralentizando más de lo previsto, por lo que hay que pensar, cada vez con más argumentos, que de fondo pueda existir una maniobra para proceder a la venta del paquete mayoritario de acciones. Para ello, hay unos empresarios que forman parte del denominado Grupo de Roche, que van a solicitar una reunión con el máximo accionista del Cádiz.
El club gaditano se ahoga en su situación actual y vive al borde del abismo mientras no se produzcan movimientos de verdad que hagan pensar que la palabra planificación no se ha olvidado. Sin presidente no hay director deportivo ni entrenador, pero es que tampoco se sabe hacia dónde va el club en esa hoja de ruta que se anunciaba.
La intención de elegir a un nuevo máximo mandatario y conformar el consejo parece que encuentra demasiadas trabas. La búsqueda de una gestión profesional -anunciada a raíz del descenso por el portavoz del club, Antonio Muñoz Tapia- señala claramente a Javier Moyano y Santiago Pozas, los dos empleados mejor asalariados. Pero pasan los días y no se sabe si el vicepresidente ejecutivo o el director general serán las nuevas cabezas visibles del club. Parece descartado que, como gestión profesional, fuera elegida otra persona porque estaríamos hablando de un nuevo engorde en cuanto a nóminas, lo que ahora mismo no se puede permitir la tesorería.
Si no se aboga por la gestión profesional, el nuevo presidente bajo el mandato de los actuales dueños sería más que nunca un hombre de paja que pondría la cara mientras por detrás los dueños de siempre dirigen la entidad. Es complicado que alguien vaya a aceptar ese papel por delante de los que ponen el dinero y, por lo tanto, toman las decisiones.
Con este panorama desconcertante es previsible que se le esté dando prioridad a la venta del paquete mayoritario de acciones. Y hay que apuntar que el denominado como Grupo de Roche, compuesto por empresarios isleños, chiclaneros y conileños, va a solicitar una reunión al máximo accionista a fin de conocer de primera mano la realidad del club, paso previo a ofertar por las acciones.
El presente económico del Cádiz está marcado por los aproximadamente 3,5 millones de euros que han puesto los máximos accionistas (Antonio Muñoz, Paco Puig y Federico González). A esta cantidad hay que unir los avales por valor de unos 2 millones de euros firmados en dos entidades bancarias. Pero, además, podría ser intención de los actuales propietarios que, llegados al punto de establecer una negociación por la venta del club, los nuevos dueños se hicieran cargo de las deudas que hay pendientes a corto plazo con los jugadores de la plantilla profesional, ya que de ellas depende la continuidad del equipo en Segunda B.
Si no se produce la venta del Cádiz, los actuales dueños tendrían que dar el paso al frente para, de forma inminente, elegir a un nuevo presidente y su consejo, y afrontar antes del 31 de julio el pago a la plantilla para evitar un descenso administrativo.
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