Moyano toma las riendas del Cádiz

Javier Moyano toma el control en el Cádiz. Una muestra de confianza, una gran responsabilidad o una 'patata caliente', según se mire. El hasta ahora vicepresidente ejecutivo estará al frente del "nuevo modelo de gestión profesionalizada" anunciado por el presidente saliente, Antonio Muñoz Vera, que se despidió hoy del cargo que ha desempeñado los últimos nueve años. Junto a Moyano estará Santiago Pozas, actual director gerente del club amarillo, y tras ellos estará "un nuevo consejo de administración con un presidente institucional al frente", según explicó Muñoz Vera. Ellos serán los encargados de contratar al nuevo director deportivo y al entrenador, cuyos nombres esperan hacer públicos antes de que finalice la semana.

La de este martes fue la primera comparecencia pública de Antonio Muñoz tras el descenso del equipo a Segunda División B el pasado 20 de junio. El máximo accionista del conjunto amarillo explicó que el pasado jueves el actual consejo de administración se reunió y tomó la determinación de apostar por un "modelo de gestión profesionalizada", con Moyano y Pozas al frente del mismo. "A partir de este momento ellos llevarán la gestión del club", anunció el cordobés, que aseguró que "no voy a participar en ese consejo de administración".

El presidente saliente asumió que "sé lo que debo hacer y me voy a mantener al margen". Y pide a la afición que "esté tranquila porque no hemos estado parados, desde que descendimos hemos ido trabajando y haciendo lo que veíamos más urgente", por lo que "no estamos de brazos cruzados ni se puede decir que no estamos trabajando de cara a la próxima temporada".

Sin embargo, hacer el equipo del próximo año ya no será tarea de Muñoz. A partir de ahora el que irá dando la cara en "todo lo relacionado con la gestión del club" será Javier Moyano, quien se mostró dispuesto a "asumir esta responsabilidad". Moyano afirmó que no viene para "ser un hombre de paja, evidentemente las directrices las marcará el consejo de administración y nosotros tendremos que rendir cuentas".

Una vez la entidad vuelve a tener una cabeza visible, queda por saber, al margen del director deportivo y el entrenador, quiénes conformarán el nuevo consejo de administración en el que ya no estará Antonio Muñoz. Para el máximo accionista "lo más prioritario era tomar la decisión acerca del tipo de gestión para que ellos sigan trabajando, ahora con más tranquilidad iremos pensando qué personas de nuestra confianza vamos a ir proponiendo para ser consejeros", con la idea de que "el nuevo consejo esté formado para cuando se celebre el Trofeo Carranza".

Antonio Muñoz aprovechó su última aparición ante los medios como presidente para despedirse y de paso negar que haya optado por salir por la puerta de atrás cuando han venido mal dadas. "Si los que estorbaban eran Muñoz y su grupo damos un paso atrás y no pasa nada, nunca ha sido nuestra idea aferrarnos al sillón", pero "siempre daré la cara porque no tengo nada que ocultar ni de qué avergonzarme".

"No hay riesgo de descenso administrativo, eso jamás"

Una de las informaciones aparecidas en los últimos días en los medios y que más preocupa a los aficionados es la posibilidad de un descenso administrativo debido a los impagos que el club mantiene con varios de sus futbolistas. Antonio Muñoz aclaró que "lo que tenemos que afrontar de aquí al 31 de julio son las tres nóminas de abril, mayo y junio" y que hasta ahora los futbolistas "han estado cobrando el 65% de su contrato" y tienen acordado percibir el el 35% restante "el 20 de agosto", por lo que lo único que pueden reclamar antes de esa fecha son las tres últimas nóminas.

Los ingresos que debe recibir el club a modo de liquidación, en torno a unos 600.000 euros, bastarían para afrontar esos pagos, por lo que "no hay riesgo de descenso administrativo, eso jamás". Las cosas no se hicieron bien en lo deportivo en el último año y, una vez consumado el descenso, "lo mínimo es que el Cádiz compita en Segunda B y lo haga con aspiraciones de subir", concluyó el cordobés.