Cádiz CF

La nueva vida de dos cadistas

  • Marcos Mauro, con un pie y medio fuera del club antes del ascenso, se destapa como el goleador de la pretemporada y Bodiger toma protagonismo tras estar en el alambre

Bodiger (dorsal 12) corre hacia Marcos Mauro para felicitarle por su gol al Espanyol.

Bodiger (dorsal 12) corre hacia Marcos Mauro para felicitarle por su gol al Espanyol. / CÁDIZ CF

La pretemporada es una labor colectiva que debe desembocar en un fin competitivo para los próximos nueve meses. Del rendimiento individual tendrá que ver mucho el éxito de todo un grupo. Es lo que le sucede al Cádiz CF como a cualquier otro equipo de fútbol. Camino de la cuarta semana de preparación veraniega y ya se destapan algunas individualidades, en este caso inesperadas. Hay dos nombres propios en el equipo amarillo de la época estival: Marcos Mauro y Yann Bodiger.

El presente del defensa central ha dado un cambio radical después de un escenario poco esperanzador la pasada temporada. Era de los pocos integrantes de la plantilla que acaba contrato al concluir el curso y las posturas se fueron alejando a partir de enero hasta el extremo de que tocaba empezar a despedirse de un zaguero que siempre cumple; un soldado de Cervera muy disciplinado.

Manuel Vizcaíno, como presidente del club, supo manejar la situación para que la calma llegara en el momento y en la dosis adecuada. Una vez que el salto de categoría era una realidad, el Cádiz dio a conocer una noticia muy esperada por todos. Mauro seguiría de amarillo.

Y las cosas de un deporte tan caprichoso como el fútbol. Un mes largo después de aquella noticia, el jugador argentino es uno de los que están brillando en la pretemporada. Participación, confianza, minutos y dos goles a pesar de su posición defensiva. El máximo artillero después de tres amistosos y tres goles. Resulta curioso que el otro tanto haya sido obra de otro defensa central, Sergio González.

Marcos Mauro representa la disciplina sobre el verde, el saber estar con un compromiso intachable hasta cuando todo apuntaba a su adiós al proyecto; nunca se escondió y fue el primero en meter la pierna aunque existiera el riesgo de romperse en favor del equipo que, en aquel momento, parecía despreciarle. Ahora el cadismo recoge la recompensa de una renovación acertada y Cervera dispone de un defensor que tiene condiciones para no desentonar en Primera División.

Si Marcos Mauro le ha puesto rúbrica a los goles, Yann Bodiger se lo está poniendo a su papel inesperado. El francés ha cargado con el cartel de ser un futbolista muy cuestionado desde que recaló en el Ramón de Carranza. Con una de cal y dos de arena, los partidarios parecían minoría frente a los detractores. El galo ha sido frío para pelear contra esa corriente del entorno, tratando de aislarse.

La pretemporada le ha lanzado a un papel protagonista, con minutos, responsabilidad y asumiendo funciones en diferentes demarcaciones. Cierto es que su sufrimiento sobre la hierba es más palpable que con otros compañeros. Aunque también lo es que está muy activo y participativo; algo así como un nuevo rol de responsabilidad que antes parecía para otros. Cervera le está dando mucha cancha, le pide y le exige, pero también hay cierto mimo porque quizás ha visto argumentos para creer en el polivalente jugador.

Posiblemente cuando arrancó la pretemporada, nombres como los de Marcos Mauro y Bodiger no parecían predestinados a destacar. Pero el fútbol, ya se sabe, lo cambia todo y lo que durante tanto tiempo era sombrío, hoy aparece soleado.

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