Paradojas del fútbol. El Cádiz comenzaba la Liga hace ya siete meses como un equipo confeccionado para luchar por la permanencia y con un entrenador que, visto lo visto en la fase de ascenso a Segunda -se alcanzó el objetivo empatando un partido y ganando cinco, marcando seis goles y encajando sólo uno-, apostaría por la labor defensiva del bloque como pilar fundamental de su proyecto. En efecto, Álvaro Cervera se afana en el trabajo del día a día para que el equipo crezca desde la seguridad atrás. Sus palabras en cada rueda de prensa, sus convocatorias, sus alineaciones, sus planteamientos y hasta las sustituciones que realiza suelen contemplar como prioridad la salvaguardia del marco de Cifuentes. Al fin y al cabo, como ha dicho en más de una ocasión, cuando no se puede vencer al menos no se debe perder. Sin embargo, a pesar de sus convicciones técnicas, números en mano, el conjunto amarillo está a punto de cerrar el segundo tercio de la competición destacando más por su rendimiento en ataque que por su faceta defensiva.

Segundo máximo realizador del torneo con 38 tantos, los mismos que el Levante y sólo por detrás del Girona (42); segundo mejor goleador fuera, superado por el Lugo (18) e igualado a 16 con Levante, Numancia y Elche, y tercer mejor goleador en casa, por detrás de Girona (28) y Huesca (25) y empatado a 22 con el Levante, el Cádiz figura, en cambio, sexto en la clasificación de los menos goleados, con 25, por detrás de Levante (19), Tenerife, Reus (ambos con 21), Girona (22) y Valladolid (24).

No obstante, el registro que más llama la atención en cuanto a las prestaciones ofensivas es el número de ocasiones en las que el cuadro gaditano ha conseguido en un encuentro tres o más goles, nada menos que siete, el que más de Segunda División.

Así, la primera gran alegría del curso se produjo en la cuarta jornada precisamente con un 3-0 al Getafe y luego hubo que esperar 11 jornadas para que se diera otro resultado de tal contundencia, el 4-1 al Alcorcón. Con la derrota en Tarragona por medio, el 3-0 al Zaragoza abrió una extraordinaria racha goleadora que tuvo continuidad con el 1-3 al Córdoba, el 4-1 al Sevilla Atlético en el último partido del pasado año y el 2-3 en Elche. Mes y medio largo después, el 0-3 de Soria sitúa al equipo cadista al frente de esta particular tabla en la que el Girona marcha segundo con seis choques en los que hizo tres o más goles al batir 3-1 al Elche, 3-0 al Numancia, 3-1 al Lugo y 4-2 al Nástic, aunque en dos de ellos tuvo que conformarse con al firmar tablas (3-3) ante Sevilla Atlético y Almería.

Por su parte, el Lugo ocupa la tercera posición con cinco veces marcando tres o más goles, las igualadas (3-3) con Zaragoza y Córdoba y las victorias sobre Elche (0-3), Mallorca y Numancia (ambas por 3-1). Por extraño que pueda parecer, los gallegos comparten puesto con el colista Almería, que derrotó por 3-0 a Rayo, Nástic y Oviedo, y por 3-1 al Córdoba, mientras que con el Girona empató 3-3.

Pese a su incontestable liderato, el Levante no destaca por el momento especialmente en este aspecto, ya que únicamente en cuatro ocasiones marcó a su rival tres o más goles: 4-2 al Zaragoza, 3-2 al Valladolid, 0-3 en Miranda de Ebro y 3-1 al Córdoba.

Con cuatro partidos con tres o más goles marcados también aparecen Huesca, Numancia y Elche; con tres, Tenerife, Getafe, Valladolid, Zaragoza y UCAM; con dos, Sevilla Atlético, Nástic, Rayo Vallecano y Mirandés, y con 1, Alcorcón, Córdoba y Mallorca.

Hasta tal punto el Cádiz brilla más por su caudal atacante que por sus dotes defensivas que en la clasificación de los equipos que más veces han encajado tres o más goles se halla situado en una discreta novena plaza. En tres ocasiones los de Cervera encajaron tres tantos, en Miranda de Ebro (3-2), en Vallecas (3-0) y en el Coliseum Alfonso Pérez (3-2). Levante y Reus no conocen una afrenta semejante, mientras que el Getafe la sufrió sólo en Carranza (3-0), y en dos ocasiones recibieron ese número de dianas el Girona (en las dos empatando), el Tenerife, el Valladolid, el Huesca y el Alcorcón, una de ellas también en la Tacita (4-1).

El Córdoba, al que hicieron tres o más goles nada menos que en seis oportunidades, ostenta el farolillo rojo, en tanto el colista Almería los encajó el mismo número de veces que el Cádiz, tres.