Retos y desafíos por doquier. El Cádiz visita este viernes al Málaga con el objetivo de conseguir la victoria para prolongar a ocho jornadas la extraordinaria racha de partidos ganados en Liga de forma consecutiva y dar con ello un nuevo salto clasificatorio, de un peldaño o dos dependiendo del resultado con el que salde el Albacete su envite con el Numancia en el deplazamiento a Soria. El propósito se antoja harto complicado porque para ello deberá dar buena cuenta del mejor equipo de la categoría en su campo, no en vano los costasoleños en La Rosaleda sólo han dejado escapar los tres puntos que se llevó el líder Granada hace bien poco.

Y por si la recompensa no fuera suficiente, el conjunto amarillo afrontará la cita con otra meta en mente, ya que en caso de mantener su estado de gracia actual y vencer en los dificilísimos próximos cuatro encuentros (luego aguardan Deportivo, en Carranza; Osasuna, en Pamplona, y Granada, de nuevo en la capital gaditana) cerraría la primera vuelta con dos puntos más que la pasada temporada y, por consiguiente, uno por encima de su récord en Segunda División. Un récord al alcance de la mano pero muy difícil de batir.

Los de Álvaro Cervera suman en estos momentos 29 puntos, de modo que si logran encadenar otros cuatro triunfos, lo que supondría enlazar nada menos que 11 seguidos, se irían hasta los 41 puntos, una cifra dos puntos por encima de la que alcanzaron el pasado ejercicio llegados al ecuador de la Liga. En aquel entonces, la magnífica producción les condujo a la segunda posición, sólo por detrás del líder Huesca, con 39 puntos, seis más que el séptimo clasificado, el Lugo. Posteriormente, en la segunda vuelta, el bajón de juego y marcadores se tradujo en que el play-off se esfumó en el último choque liguero, en Granada, cuando una semana antes se tuvo cogido con los puños ante el Tenerife.

Curiosamente, en esa campaña  2017-18 los gaditanos acumulaban a estas alturas los mismos 29 puntos que ahora, que entonces les daba para ser terceros por detrás de Huesca y Lugo. En las cuatro jornadas que transcurrieron hasta poner broche a la primera mitad de la competición vencieron a domicilio al Zaragoza (0-2), en casa al Barcelona B (3-1), empataron en Tenerife (1-1) y se reencontraron con la victoria frente al Granada (1-0). Un total de 10 puntos de 12 posibles.

Por comparar los cursos en los que Cervera ocupa el banquillo en Segunda, el primero de esta etapa, el 2016-17, el equipo sumaba en la 17ª jornada 24 puntos, con los que marchaba séptimo, y cerró la primera vuelta en cuarto lugar, con 33, por debajo de líder Levante, Girona y Getafe, y con dos de ventaja sobre el séptimo clasificado, el Valladolid. En las cuatro jornadas que quedaban para alcanzar el ecuador liguero los amarillos derrotaron a Córdoba (1-3), Sevilla Atlético (4-1) y Elche (2-3) y cayeron precisamente con los pucelanos (0-1). Un total de 9 puntos de 12 posibles.

El desafío, por lo tanto, es de máxima magnitud, por cuanto se trata de hacer un pleno de 12 de 12, que en realidad supondría haber sumado 33 de 33, para llegar a los 41, establecer una nueva plusmarca en la categoría y, con toda seguridad, ostentar el liderato o acariciarlo. En este sentido, cabe recordar que el Cádiz se enfrentará en los próximos cuatro compromisos a tres escuadras que le preceden en la tabla, por lo que en caso de conseguir todos los puntos en juego aumentan las posibilidades de escalar posiciones.

El récord absoluto de puntos del Cádiz en la primera vuelta lo estableció en la 2004-05, la del último ascenso a Primera División. En aquel entonces, el equipo dirigido por Víctor Espárrago cerró la primera parte del torneo con 40 puntos, situado en la tercera plaza por detrás de Alavés (42) y Éibar (40). La Liga concluyó con el Cádiz como campeón con 76 puntos.