Cádiz CF

El hermano pequeño del Cádiz CF

  • El Club Deportivo Fontsanta, con sede en Cornellá, viste de amarillo y azul gracias a la iniciativa de dos gaditanos que formaron parte del grupo fundador en la década de los 70

Formación inicial del Fontsanta de hace muchos años, con los colores del Cádiz CF.

Formación inicial del Fontsanta de hace muchos años, con los colores del Cádiz CF.

La visita del Cádiz CF a Cornellá de Llobregat, donde el Espanyol tiene su estadio, extrae del baúl de los recuerdos una historia gestada en el municipio barcelonés hace cuatro décadas con un íntimo vínculo con el equipo amarillo.

Año 1976. España da los primeros pasos de desintoxicación de cuatro décadas de dictadura camino de la transición hacia la democracia. En una explanada conocida como campo obrero, ubicada en la barriada popular de la Fontsanta, en Cornellá, los niños, ajenos a los avatares políticos de la época, pasan horas jugando al fútbol hasta que uno de ellos, Salvador Rodríguez Gómez, un día le propone a su padre, Salvador Rodríguez González, que sea el entrenador del equipo que quieren formar los chavales.

Nunca podía imaginar Salvador hijo que aquella petición iba a convertirse en el origen de un club.Salvador padre posee amplios conocimientos y experiencia en el fútbol y para sorpresa de su hijo acepta el reto. A partir de ahí todo empieza a rodar. El progenitor toma contacto con otros padres y se constituye la primera junta directiva, la fundadora, del Club Deportivo Fontsanta Fatjó, formada por José Padilla como presidente, Julio Lara (vocal), Salvador Rodríguez (vocal-entrenador), José Niebla (tesorero) y otros que se van incorporado.

El primer presidente del club, José Padilla, y Julio Lara son gaditanos y, en recuerdo a su ciudad y al equipo de su tierra, proponen que la vestimenta y el escudo del nuevo conjunto lleve los mismos colores de la equipación del Cádiz. La directiva acepta y desde entonces los destinos de un pequeño club que nace a 1.000 kilómetros de Cádiz y de la entidad cadista estarán unidos por el amarillo y el azul.

Juan Francisco Rodríguez Gómez, hermano e hijo de los dos Salvador, recuerda que al principio el equipo vestía otros colores. La camiseta era blanca, el pantalón azul y las medias azules y blanca. No tarda en transformarse en los colores del Cádiz CF.

Los directivos, con los dos gaditanos como parte activa, consiguen el permiso del propietario de unos terrenos para poder jugar al fútbol. Padres e hijos se vuelcan en poner en condiciones la parcela y dan un paso más en el avance de un club que en 1977 se inscribe de manera formal en la Federación Catalana de Fútbol. Desde entonces no para de crecer y configura una estructura que permite más participación de la juventud. Pasa a ser una escuela deportiva con los objetivos de fomentar y desarrollar el fútbol base escolar, la pureza en el deporte y la inculcación de aptitudes de convivencia.

El club es una referencia en la zona. El hermano pequeño del Cádiz, como allí lo conocen muchos, tiene ya 41 años de sus inscripción oficial gracias al empeño y la ilusión de numerosas personas, entre ellas dos gaditanos que contribuyeron de manera decisiva en la colocación de los cimientos. El amarillo y el azul.

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