Cádiz CF

La evolución constante

  • El equipo amarillo cruza el primer tercio de la Liga en una línea ascendente

Cervera levanta los brazos desde la banda en el partido contra el Córdoba.

Cervera levanta los brazos desde la banda en el partido contra el Córdoba. / Álex Gallegos

LaLiga 1|2|3 ya ha recorrido su primer tercio -14 jornadas disputadas de las 42 que componen el extenso calendario- con un Cádiz CF que cotiza alza gracias a la brillante dinámica, todavía abierta, con la que remonta el vuelo en las últimas semanas. Los oscuros nubarrones desaparecen con la explosión de puntos y el sol luce esplendoroso en el planeta cadista, que afronta el futuro con el horizonte despejado y la ilusión de conocer hasta dónde es capaz de llegar un equipo en constante evolución.

El conjunto amarillo cruza la línea de la primera meta volante de la temporada bien posicionado después de un pésimo comienzo que hizo saltar las alarmas. No hay equipo que resista hasta nueve jornadas consecutivas sin ganar, pero el club tuvo la suficiente paciencia para aguantar el tirón y los resultados empiezan a llegar. Ya se ha producido el relevo en ocho banquillos de Segunda División A, en la mayoría de los casos sin alcanzar tantos partidos sin vencer como en la entidad cadista.

El primer tercio de la escuadra entrenada por Álvaro Cervera se divide en dos partes bien diferenciadas. La inicial, que ocupa hasta la décima jornada, y la posterior, precisamente de la décima en adelante. Aquel partido en el Carranza contra el Sporting Gijón, saldado con empate a cero, supuso el noveno seguido sin ganar pero el equipo ofreció síntomas de mejoría que confirmó en las siguientes citas con el festival de goles y triunfos.

La clave del renacimiento del Cádiz CF se soporta sobre varios pilares. Por un lado, la adaptación de los nuevos futbolistas y el consiguiente ensamblaje de piezas en el sistema del míster. Por otro, la recuperación de jugadores importantes que empezaron la campaña lesionados, como Jon Ander Garrido y Jairo Izquierdo, además de José Mari, al que le costó entrar en materia después de un largo periodo de inactividad. La incorporación de Sergio Sánchez otorgó un plus de experiencia a la defensa.

El equipo se ha sobrepuesto de las continuas lesiones producidas desde el arranque del curso hasta que por fin la enfermería ya está casi vacía. Salvo Juan Hernández y Servando, la totalidad de la plantilla está a disposición del técnico y por tanto aumenta la competencia.

Otro aspecto importante en la transformación del equipo es la constante búsqueda de la fórmula adecuada por parte de Cervera y sus ayudantes. Cuando mejor está funcionando es con un 4-4-2 aunque con un sistema flexible en el que también cabe el trivote. La opción que cae en desuso es la del mediapunta. De hecho, Ager Aketxe pierde protagonismo y cuando juega lo hace de manera habitual ubicado en un costado.

Entre las claves del resurgir del Cádiz CF, el factor anímico no es un asunto menor. Con los resultados positivos se incrementa el nivel de autoestima y se trabaja con más confianza. El equipo se siente más seguro y además la excelente dinámica hace que las cosas que antes salían mal ahora acaben bien.

Si el partido contra el Córdoba se hubiese disputado hace varias semanas, el Cádiz CF quizás hubiese perdido. Antes no salía nada y ahora todo rueda de maravilla. Hasta la suerte, antes esquiva, se enfunda la camiseta amarilla.

El Cádiz gana hasta cuando peor lo hace. La desesperación del entrenador en la banda en algunas fases del partido -las imágenes de televisión mostraron los golpes que Cervera dio en el banquillo en un determinado momento- reflejó lo poco que le estaba gustando su equipo, que sin embargo se aprovechó de la debilidad defensiva del rival para asestar un golpe de gracia en los últimos instantes.

Y es que frente a la fragilidad del Córdoba, el Cádiz CF exhibió, no sin dosis de suerte, la suficiente eficiencia defensiva y la pegada que antes no tenía para llevarse tres puntos de oro. Sufrió de lo lindo, vio cómo el balón se estrelló en los palos de su portería en un par de ocasiones, pero se las arregló para mantenerse a flote porque mostró parte de la consistencia que había adquirido en las fechas más recientes.

El conjunto entrenado por Cervera suma los mismos puntos que en la 14ª jornada de la pasada temporada

Y es que, pese el excesivo padecimiento experimentado en territorio cordobés, el auge del Cádiz CF en el campeonato se debe en buena medida a su creciente solidez como bloque. Las posibilidades de éxito pasan de manera inevitable por el funcionamiento colectivo y la defensa de arriba a abajo desde el pitido inicial hasta el final. Y, por supuesto, los chispazos individuales. Sobresale Manu Vallejo, que empezó el curso en la banda pero explotó como goleador cuando pasó a la delantera.

El avance de las últimas semanas deja al Cádiz CF con los mismos 20 puntos que también acreditaba en la 14ª jornada de la pasada temporada. Calca el recorrido del primer tercio en una clara señal de progresión. Va de menos a más, como demuestran las cuatro victorias seguidas. Antes de tomar Córdoba, venció al Reus, goleó al Elche y ganó en Lugo.

Los 20 puntos proyectan a los amarillos a un final de Liga con 60, que sobrarían para amarrar la permanencia -fijada en unos 50- pero no serían suficientes para terminar con un lugar en la zona noble. Si es capaz de aumentar la producción, podrá soñar y hacer soñar con hacer algo grande. Intentarlo al menos. Generar ilusión, que no es poco.

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