Cádiz CF

El Cádiz CF mantiene su confianza en el entrenador

Sergio González en el Coliseum de Getafe.

Sergio González en el Coliseum de Getafe. / Europa Press

El Cádiz CF se marcha al larguísimo parón liguero en plena recesión que confirmó con la dolorosa derrota sufrida ante un diezmado Getafe el lunes 6 de noviembre en el cierre de la 12ª jornada.

La situación es delicada a la espera de una reacción que no llega después de encadenar ocho partidos seguidos sin ganar en los que los amarillos sólo han capturado tres puntos de 24 (tres empates y cinco derrotas). Las cifras desvelan un serio atasco en la producción que provoca una paulatina pérdida de posiciones hasta colocarse en la 16ª, la más baja en lo que va de temporada 2023-24.

Cuando los resultados no son los esperados, el primer señalado es el entrenador. Es la ley no escrita en el mundo del fútbol más allá de que sea o no justa.

Con semejante racha negativa, el escenario se vuelve complicado para Sergio González. Tres puntos en ocho partidos se convierten en un pesado lastre. El técnico renovó el pasado mes de junio por dos campañas después de conseguir la permanencia por segundo año consecutivo tras su aterrizaje de emergencia en enero de 2022 en sustitución de Álvaro Cervera.

Nadie puede ocultar la pésima dinámica del equipo porque los números no engañan, pero los dirigentes del club no se plantean a día de hoy la adopción de medidas drásticas.

Eso significa que la confianza en el entrenador se mantiene intacta a pesar de los marcadores adversos en los últimos tiempos y del disgusto mayúsculo que fue para todos la manera de caer en Getafe. El equipo no supo manejar la superioridad numérica en la segunda parte y se llevó un chasco de difícil digestión.

En el Cádiz CF existe una lógica preocupación por la falta de buenos resultados en las últimas semanas (echan de menos alguna victoria) pero no está sobre la mesa la opción de la destitución del míster. Confían en que cuerpo técnico y jugadores retomen la buena senda.

Serán los resultados los que marquen el futuro del entrenador. Si se produce una reacción, reinará la tranquilidad. Si los triunfos se resisten, entonces la situación puede volverse aún más compleja. En la entidad cadista no entran en ninguna hipótesis y sólo piensan en que volverán las victorias porque hay plena confianza en el entrenador y en la plantilla.

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