Víctor Ormazábal jugó con una infiltración en un pie

La importancia que tiene en la plantilla del Cádiz Víctor Ormazábal quedó el pasado sábado fuera de toda duda. El centrocampista jugó 89 minutos, prácticamente el encuentro entero, y lo hizo después de infiltrarse un pie. Una decisión que se tomó en conjunto pero que coloca al argentino en un estatus diferente al ser una pieza clave para Javi Gracia.

Fue hace algo más de un año cuando el entrenador navarro pidió el fichaje de un hombre muy importante para él en el Pontevedra. Ormazábal estaba llamado entonces a convertirse en el eje que moviera la maquinaria cadista. Lo hizo en el conjunto gallego que se quedó a las puertas del ascenso a Segunda División A, así como en el cadista que sí logró ese objetivo la temporada pasada.

Para el encuentro del sábado había que tomar una decisión difícil si la intención era contar con el centrocampista estando éste en óptimas condiciones. El acuerdo final fue que se infiltrara el pie dañado para que aguantara el encuentro. Y lo hizo bien, tanto que firmó el gol que dio la primera victoria al equipo, un triunfo que vale su peso en oro.

Ormazábal, como hiciera Toedtli en el tramo final de la pasada campaña, aceptó jugar infiltrado y sólo en los últimos minutos empezó a sentir algunas molestias, de ahí a que estuviera solicitando el cambio desde unos minutos antes de que éste se llevara a cabo.

El dilema llegó porque el argentino no fue el único con problemas físicos, ya que Erice se dañó seriamente un tobillo en una fea entrada y la sustitución de Ormazábal se hizo de rogar a la espera de saber si lo del ex osasunista revestía gravedad como para dejar el choque.

Ormazábal apareció ayer por el entrenamiento con algunas secuelas del esfuerzo del duelo contra el Recreativo, aunque restan seis días para el próximo envite liguero y hay tiempo para que recupere la normalidad en el pie y pueda estar de nuevo a disposición del entrenador.