Vendidas más de 1.200 entradas en apenas dos horas

Como en los mejores años. La afición del Cádiz dio ayer un golpe sobre la mesa para hacerse oír y demostró que sigue muy viva a pesar de los malos años que le ha estado brindando el equipo de sus amores. Poco después de las cuatro y media de la tarde, una vez que se conoció que el rival era el Real Madrid Castilla y que la ida se jugaba en el Carranza, los seguidores se agolparon ante las taquillas del estadio, ubicadas bajo el Fondo Norte, formando colas antes de que arrancara la venta de localidades. Resultado de este tirón: vendidas 1.234 entradas en unas dos horas.

La masa social del club sabe que llega el momento de la verdad y que los jugadores necesitan el aliento de la grada, el mismo que en momentos claves no faltó y se convirtió en el jugador número 12. Si el ritmo hasta el mismo domingo se mantiene alto, es muy posible que el Ramón de Carranza presente el mejor aspecto de la temporada sin descartar que se alcance el lleno. Con un adversario enfrente como el Castilla, joven y con cierta inexperiencia algunos de sus jugadores, el empuje y la presión del público pueden resultar determinante.

Hoy vuelven a abrir las taquillas de diez de la mañana a dos de la tarde, y de cinco y media a ocho menos cuarto. Los abonados tienen reservada su plaza y el descuento hasta el jueves, y a partir del viernes sus plazas se ponen a disposición de cualquier persona.