El Cádiz CF y el Levante se jugaban la vida en el partido de la 22ª jornada disputado el sábado 22 de enero en el estadio Ciutat de Valencia. Ganar era tomar oxígeno. Perder, e incluso no ganar, era condenarse casi al descenso a Segunda División.

La tensión apareció en la segunda parte a media que fue avanzando el tiempo, hasta que se armó un follón en la zona de los banquillos justo después del segundo gol del Cádiz CF. Fue cuando Morales e Iván Alejo se enzarzaron en una trifulca que se extendió hasta los banquillo.

El entrenador del conjunto local, Alessio Lisci, acusó después del encuentro a Iván Alejo de haber hecho un gesto a la grada tras el segundo tanto. Eso fue, según el técnico, lo que desató el enfrentamiento.

Morales y Alejo vieron la cartulina amarilla por ese lance mientras que Lisci y el segundo entrenador del Cádiz CF, Diego Ribera, fueron expulsados.

El árbitro del partido, César Soto Grado, explicó en el acta que mostró la cartulina roja al técnico del Levante por "salir del área técnica hacia el banquillo rival de manera agresiva y con ánimo de confrontación".

El colegiado expuso además que expulsó al segundo técnico cadista por "discutir con el banquillo contrario de manera agresiva y con ánimo de confrontación".

Tanto uno como otro serán castigados por el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol.

El duelo entre rivales directos en la lucha por la salvación acabó con diez jugadores amonestados, cuatro por parte del cuadro local (Bardhi, Clerc, Morales y Aitor Fernández) y seis por el bando amarillo (Fali, Lozano, Salvi, Ledesma, Iván Alejo y Haroyan).