Cádiz CF

El Cádiz CF da un golpe de efecto (0-2)

  • El conjunto amarillo vence al Levante y se mantiene en la lucha por la permanencia

Álex Fernández y Soldado durante el Levante-Cádiz.

Álex Fernández y Soldado durante el Levante-Cádiz. / Juan Carlos Cárdenas/Efe

El Cádiz CF tenía que ganar y lo hizo en uno de esos partidos claves que le quedan en la cruenta lucha por la permanencia. Venció en el terreno del Levante (0-2), se quitó de encima a un rival directo y dio un paso para mantenerse en la pelea. El triunfo era vital para no descolgarse.

¿Cómo ganó el Cádiz CF después de ocho jornadas? Lo hizo con una exhibición de solidez defensiva, de capacidad de sufrimiento y de aprovechamiento de las pocas ocasiones que generó arriba. Acertó en las dos áreas y la suerte que le faltó en otras citas le acompañó en un día importante.

La primera victoria de la era Sergio González llegó en el momento más oportuno, sin brillo con la máxima eficacia en un partido no exento de tensión con todo lo que estaba en juego. Sobresalió Fede San Emeterio en la medular.

El cuadro visitante, una vez más con un 4-4-2 bajo la batuta de Sergio González, se vio sorprendido por el energético arranque de los locales, muy enchufados y con clara vocación ofensiva. Antes del minuto 5 ya habían rematado dos veces, incluido un cabezazo de Roger Martí con el balón a las manos de Jeremías Ledesma.

La salida en tromba fue un aviso del sufrimiento que le esperaba a un Cádiz CF desbordado, con escasa tenencia del esférico y abocado a defenderse de las acometidas de un rival muy adelantado que atacó con insistencia.

Se sintieron incómodos los amarillos, sin poder enlazar pases y a merced del empuje de los locales. En el 13, de nuevo tuvo que intervenir Ledesma para atrapar el cuero tras un disparo lejano de Bardhi. En el 15, el portero despejó un peligroso centro chut de Morales. En el 18, Soldado remató fuera.

Las perspectivas no eran nada buenas. El Cádiz CF no olía la pelota, no había conexión entre las líneas, el balón no llegaba arriba... Y en el Levante aparecían Morales, Soldado, Roger, Bardhi, los laterales parecían extremos...

Por fin llegó la primera ocasión de los gaditanos. Tardaron 22 minutos en lanzar a puerta. Lo hizo Salvi, rechazó Aitor Fernández e Iván Alejo no atinó desde la frontal del área con todo a su favor.

El paso del tiempo favoreció a los foráneos, que entraron más en contacto con el cuero y de esa manera desactivaron los anhelos ofensivos de los de casa. Fue una bendición tener más la pelota, aunque el golpe de efecto llegó a la contra.

Y es que en el 33, Fede San Emeterio sirvió en profundidad a Choco Lozano, el hondureño se internó por la derecha como un puñal, centró al corazón del área y allí emergió la figura de Negredo con un salto imponente, especialidad de la casa, para rematar de cabeza y colocar el balón en la portería tras tocar en un poste. Un gol tan útil como estético. 0-1.

El ariete aprovechó su primer intento para poner por delante a un Cádiz CF al que le bastó con muy poco en ataque para ponerse con ventaja en el marcador.

Desde ese momento comenzó la defensa de la renta, mínima pero muy valiosa. En el 35, Ledesma evitó el empate al repeler el balón tras un tiro de Roger. Y en el 37, mala noticia. Fali se retorció de dolor sobre el césped tras un giro fortuito y tuvo que dejar su sitio a Varazdat Haroyan. El valenciano pareció dañarse un abductor y fue retirado en camilla.

El 0-1 al descanso fue una jugosa recompensa tras una primera mitad de dominio levantinista. Quedaba lo más difícil, que era contener la oleada a la desesperada de los anfitriones. A los 17 segundos de la reanudación, Melero avisó con un misil desde el balcón del área que salió desviado.

El guió de la segunda mitad fue el previsible. Acoso agobiante de los azulgranas y los amarillos metidos atrás, demasiado atrás, con orden exquisito y tendencia a organizar contragolpes. En el 53, Lozano, en boca de gol, no llegó por centímetros al balón tras un centro de Iván Alejo.

El asedio fue constante. Casi un milagro mantener la portería a cero. En el 62, Soldado remató fuera con el pecho poco después del estreno como cadista de Rubén Alcaraz y la entrada de Rubén Sobrino. Sergio González buscaba frescura para la última media hora, que se presumía harto complicada.

El dominio de los locales fue tan apabullante que el balón entraba en el área visitante casi una vez por minuto. Momentos de sufrimiento, como en el 66 cuando Ledesma repelió el testarazo de Rubén Vezo a la salida de un saque de esquina. Replicó enseguida Rubén Alcaraz con un remate que tropezó en un zaguero.

La incertidumbre quedó despejada en el minuto 73 con el segundo gol que supuso el golpe definitivo. El autor fue Salvi pero buena parte del mérito fue de Fede San Emeterio, un pulmón de principio a fin. El cántabro robó arriba en línea de fondo, cedió el balón atrás e irrumpió Iván Alejo, que centró al área pequeña para que el sanluqueño culminase con un remate al fondo de la portería. 0-2 y partido resuelto.

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