Piensa Quique Pina, y lo ha dicho en voz alta en más de una ocasión, que de cien interesados en comprar las acciones de un club tan sólo uno acaba dando el paso definitivo. Seguro que el presidente del Granada, centrado estas últimas y próximas horas en el posible ascenso de su equipo a la máxima categoría del fútbol español, así se lo habrá hecho ver a su íntimo amigo Antonio Muñoz Vera.

El máximo accionista del Cádiz, quien ha afirmado por activa y por pasiva que quiere traspasar los poderes del club amarillo, no termina de ver hecho realidad su deseo. El cordobés negocia desde hace semanas a dos bandas, con un grupo brasileño y con otro inglés, pero no ha podido todavía estampar la firma definitiva en una operación a la que acaba de poner fecha de caducidad.

Y es que si no cierra durante el fin de semana uno de los dos acuerdos verbales de compraventa a los que supuestamente ha llegado con los dos interesados, Muñoz Vera enterrará todo tipo de contactos para anunciar este próximo lunes en rueda de prensa una alternativa que ya no será una sorpresa para nadie.

Esa alternativa se llama Quique Pina. Y va unida al Udinese italiano. La intención de Antonio Muñoz es ceder la gestión del club al presidente del Granada y su círculo de amistades. Y quitarse de en medio. No lo ha dicho públicamente, pero ya es un secreto a voces. La cesión de la gestión del club -deportiva y económica- llevaría implícito además una opción de compra que Pina podría llevar a cabo una vez que encontrara la financiación suficiente durante la primera o la segunda temporada de su mandato. Sería el gesto que abriría del todo la aconsejable marcha de Antonio Muñoz.

A día de hoy, y hasta el lunes, todo estará en el aire. La primera opción de Muñoz es vender el paquete mayoritario de acciones y durante el transcurso del fin de semana el foco no desviará mucho su atención. Lo que ocurre es que, tal y como están las cosas, la venta se antoja harto complicada. El máximo accionista del Cádiz, que ayer se encontraba de viaje por motivos personales, sigue a la espera de una llamada definitiva que puede tener hasta dos acentos. O ninguno. La operación más factible parece en principio la de los anglosajones, que en las últimas horas han subrayado su interés, pero los sudamericanos no han desaparecido del mapa futbolístico y mantienen intactas sus opciones.

Pese a que tiene la cabeza en este sábado, cuando el Granada dispute el partido definitivo por el ascenso a Primera División contra el Elche, Quique Pina atendía ayer amablemente a este periódico. Es lícito que el presidente del conjunto granadino desmintiera cualquier conversación reciente con el máximo accionista del Cádiz, pero se postulaba claramente como la alternativa que puede anunciarse el próximo lunes en caso de que durante este fin de semana no se produzca la esperada venta del club. "Estoy a la entera disposición de Antonio Muñoz", titulaba el murciano sin esconder su amistad con el cordobés y su reconocida pasión por el color amarillo.

Quique Pina está al frente del Granada desde hace dos temporadas. Y quiere ir de ascenso en ascenso. Pero, en contra de lo que se dice y publica, nada tiene que ver con el Tenerife. "Lo único que me vincula a este club es que le he recomendado la contratación de Pedro Cordero como director deportivo del equipo. Pedro es hermano de Juan Carlos, nuestro director deportivo. Les asesoro y poco más", explicaba el murciano cerrando una puerta.

Y de cerrar una puerta a abrir otra que está encajada en el presente. ¿Cuál es la fórmula para que Quique Pina recale de una vez por todas en el Cádiz? "Aún no he hablado de esto con Antonio Muñoz, nos jugamos el ascenso este fin de semana", decía el murciano. ¿Pero puestos a imaginar? "Yo soy presidente del Granada y no podría serlo del Cádiz", respondía. "La opción pasaría por llegar a un acuerdo entre Granada y Udinese, club del que soy socio", añadía.

A partir de ahí, el murciano se encargaría de la gestión deportiva y económica. "Da igual quién fuera el nuevo presidente, nosotros haríamos una plantilla dirigida a lograr el ascenso. Es algo compatible con mis funciones en el Granada. Y me entusiasma. El Udinese busca en España un equipo del perfil del Cádiz y todo encajaría. Pero vamos a esperar a ver qué pasa...", concluía Quique Pina.