Cartagena-Cádiz

Preso de su mortal ineficacia (2-0)

  • El cuadro amarillo desaprovecha una excelente primera mitad y se rinde tras el descanso a la pegada de Florian, que marca la diferencia

El Cádiz está empeñado en mantener con vida su coqueteo con el descenso. Descartada cualquier opción de pelear por la fase de ascenso, el único sentido -que no es poco- que tiene la competición para el conjunto amarillo es sumar puntos de manera urgente para librarse de la quema. Los equipos de la zona baja aprietan y el cuadro de Raúl Agné parece haber entrado en un peligroso letargo del que deben despertar cuanto antes para evitar males mayores en las próximas semanas. A los locales, que recuperaron el primer puesto, les bastó una segunda mitad decente y la pegada de Florian -máximo artillero del grupo IV-, que sentenció el duelo con un doblete.

 

El equipo gaditano echó por tierra sus posibilidades de puntuar en el Cartagonova en el acto inicial. Dejó vivo al Cartagena en la primera mitad, perdonando lo que no debe y eso, ante el líder, tuvo sus nefastas consecuencias en la reanudación, cuando despertaron los de Pacheta para volver por sus fueros bajo el dictado ofensivo de Florian, el ejecutor de un equipo que va lanzado hacia la fase de ascenso.

 

Fue mejor el Cádiz desde el principio. Sabiéndose líderes de no perder, el cuadro albinegro salió a mantener el tipo, con el seguro puesto, pendiente de un error más que de su acierto. Por eso el cuadro de Agné se bastó con poco para sentirse cómodo, para ganar espacios, para asomarse en el área de Víctor con tanto peligro como para marcar. Aunque el dominio fue local, el Cádiz cedió terreno para buscar contras, para buscar velocidad, pero sin acierto.

 

El Cartagena no hallaba su lugar, deambulaba en cuanto pisaba el terreno de los amarillos, se mantenía con poco, muy poco como para parecer locales y jugar a merced de los visitantes. A la primera llegada de los amarillos, el aviso a los de Pacheta les golpeó en el pecho. Fue una vaselina de Juan Villar que se escapó fuera poco cuando Víctor ya estaba batido. Se llevaban siete minutos, lo justo como para presentar los gaditanos sus credenciales. Unos minutos después fue el asturiano Carlos Álvarez el que lo tuvo todo a favor para marcar. Eran instantes de un control increíble de los andaluces, de un dominio tremendo… pero sin gol y sin balón. 

El miedo lo metía en el grada el cuadro andaluz en cada contra, en cuando se planteaban el sprint y romper la zaga de los de Pacheta, con una defensa muy adelantada. Era la tal la presión que imprimían en la salida de balón de los caseros, que los de casa no encontraban su lugar. Casi en el ecuador, los amarillos tuvieron la tercera. Fue una jugada de nuevo de Juan Villar que no acertó en sus intenciones ante un Peragón de acompañado de piedra.

 

Pacheta no despertaba desde el banco, se veía colapsado, como los suyos, ante un Cádiz vulgar en definición, pero superior en juego. Florian, en el minuto 28, tuvo la primera de los locales con un remate que se fue a la derecha del vasco Aulestia. Era un aviso que no hizo que los gaditanos se echaran atrás porque, un minuto después, Víctor sacaba a córner un remate del Carlos Álvarez, desde fuera, que se colaba en su meta.

 

Pareció despertar el equipo local a base de empuje en los últimos compases del primer acto. Dominaba, pero sin presencia ofensiva. Un centro de Navarro desde la izquierda fue la mejor exposición de los motivos del equipo de casa en toda una mitad, un bagaje escaso para un equipo que aspiraba a más y que parecía estar bajo el ritmo de un equipo amarillo que, a los puntos, fue mejor.

 

En la segunda mitad apareció la calidad para dar una vuelta de tuerca al choque. Esta vez el Cartagena demostró el porqué de su posición en la tabla, con más juego, más control. Y con Cañadas, el jugador clave, el que dio una vuelta de reloj a los suyos para jugar con más velocidad, de forma más vertical, con sus huestes atrincherando a los gaditanos. 

 

Fruto de ello fue la desaparición del mapa de los de Agné, escondidos desde entonces en los errores de una zaga que dio alas a los caseros. Florian, en una excepcional jugada de Cañadas, ponía el primero en el marcador. 

 

Poco después, de nuevo el atacante francés ampliaba la ventaja en una jugada lanzada por el meta local Víctor con un saque de su propia puerta. Con dos de ventaja el partido murió, le quedó poco ante un Cádiz desaparecido. 

 

Aquí apareció el verdadero Cartagena para dormir el duelo, para sumar con poco esfuerzo, sólo manteniendo el tipo. No necesitaron mucho más para imponerse a un Cádiz que mostró dos caras y se marchó de vacío.

Ficha técnica:

 

Cartagena:  Víctor; Ceballos, Hugo, Sánchez, Navarro, Arcas, Segura; Tonino (Min. 55, Álvaro García), Perona (Min. 45, Cañadas), Rico y  Florian (Min 75, Urzáiz).

Cádiz: Aulestia, Moke, Albentosa, Domingo, Aitor Granel, Luque (Min. 52, Pablo Sánchez), Fall, Villar, Peragón (Min. 63 Calderón)  y Carlos Alvarez (Min 76, Dieguito).

Gol: 1-0, min.58: Florian; 2-0, min. 64, Florian

Árbitro: Albert Ávalo Martos (Catalán). Mostró tarjeta amarilla al local Perona y a los  visitantes Granell y Juan Villar. 

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo octava jornada de la Liga de Segunda División B Grupo IV disputado en el estadio municipal de Cartagonova.

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