Idrissa Thiam, el último jugador en incorporarse a la plantilla del Cádiz B en el pasado mercado de verano, empieza a demostrar las virtudes que llevaron al club que preside Manuel Vizcaíno a apostar por él. En poco más de media hora sobre el césped del Ramón Blanco de la Ciudad Deportiva de El Rosal, el atacante africano confirmó frente al Atlético Sanluqueño que las expectativas de los responsables deportivos de la entidad no son infundadas.

Aunque no pudo inclinar la balanza a favor del filial y el derbi terminó con el 0-0 inicial, su aparición en el minuto 57 cambió el panorama. El mauritano, que puede actuar en todas las posiciones de arriba si bien Juanma Pavón parece decantarse por colocarlo como pivote ofensivo o mediapunta, dejó detalles que no suelen verse en la categoría de bronce. Incluso rozó el gol en algún latigazo que advierte de su potencial.

Con 19 años recién cumplidos (2-9-2000), Idrissa destaca por su velocidad, su disparo y una calidad que justifica el seguimiento que le están haciendo Barcelona y Betis, entre otros. No es casualidad que en su país sea conocido como el ‘Neymar de oro’, que ya sea internacional sub’23 y que el seleccionador de la absoluta, el francés Corentin Martins, ex del Deportivo de La Coruña, haya decidido subirlo próximamente al combinado nacional para evitar situaciones como la sucedida con Ansu Fati, una perla azulgrana que podrá defender la elástica de España.

Cedido por el ASAC Concorde Novakchott de Mauritania hasta el 30 de junio de 2020, el Cádiz se ha reservado una opción de compra, con cantidades ya fijadas, que podría convertir el fichaje no sólo en un acierto desde el punto de vista deportivo sino en una gran operación económica.

No obstante, Idrissa se encuentra en el principio de un largo camino. Una vez superado el lógico periodo de adaptación al fútbol español, al equipo, al entrenador y a los compañeros, ahora es el momento de mostrar todo el talento que lleva dentro, en sus piernas, en su cabeza. Es la hora de poner su buen hacer al servicio del Cádiz B, un recién ascendido que está completando una campaña más que meritoria y que pelea en la zona medio-alta del Grupo IV de Segunda B al mismo tiempo que curte a los jóvenes en el necesario proceso de formación, bien para alcanzar el primer equipo, bien para ser traspasados.