El Cádiz CF juega con fuego. De momento no se quema sobre todo porque los perseguidores también se equivocan. Por muy mal que esté el equipo amarillo, tiene la suerte suficiente como para seguir disponiendo de cierto margen en la zona de ascenso directo.

La 36ª jornada de Liga había tomado una senda nada buena para el Cádiz CF. El equipo amarillo perdió en casa frente al Tenerife y además ofreció sensaciones que poco tienen que ver con un aspirante a la gloria. El Almería, tercer clasificado, tenía la victoria en su mano en el campo del Mirandés y por tanto se iba a colocar a sólo tres puntos de los amarillos, pero un gol de penalti de los burgaleses en el minuto 99 evitó la victoria de los rojiblancos y el choque acabó con un 2-2 que da un respiro a los de Álvaro Cervera. La herida de la derrota no es tan grande.

El Almería se dejó dos puntos en el último suspiro y en lugar de recortar tres sólo dio un pequeño zarpazo de uno. La equis en Anduva amortigua el golpetazo que se dieron el sábado los amarillos.

El Cádiz CF con 62 puntos, ocupa el liderato aunque de manera provisional. Si el Real Zaragoza, segundo con 61, vence al Huesca el lunes en La Romareda, arrebatará la primera plaza a los amarillos. Tercero es el Almería con 57, cinco menos que los gaditanos, y en cuarto lugar está el Huesca con 55. Si los oscenses ganan el duelo aragonés, los amarillos seguirán líderes pero la distancia con el tercero se quedaría en cuatro puntos porque entonces el Huesca se colocaría con 58.

El equipo amarillo encontró en el Mirandés a un aliado inesperado que impidió que el disgusto del sábado se prolongase al domingo. No es lo mismo una distancia de tres puntos que cinco ante un Almería que, al igual que el Cádiz CF, no termina de dar con la tecla de la regularidad.

El conjunto amarillo ha sumado sólo dos puntos de los últimos nueve: empates contra el Alcorcón y el Huesca y revés frente al Tenerife. Para no complicarse más la vida, el Cádiz CF necesita la victoria, la que buscará en Elche el martes 30 de junio.