Héroe y villano en apenas tres meses
Risto Vidakovic tan solo ha aguantado 13 jornadas al frente del banquillo del Cádiz pese a que firmó un inicio liguero casi de récord que volvió a ilusionar a todo el cadismo
El periplo de Risto Vidakovic en el banquillo del Cádiz ha sido breve, pero intenso. El serbio, pese a firmar un arranque liguero casi de récord con cinco victorias y un empate, tan solo ha aguantado trece jornadas como entrenador del conjunto amarillo tras ser destituido poco después de consumarse el pasado domingo la última derrota ante el Lorca Atlético. Con la única experiencia de la pasada temporada en las filas del Écija, el hombre elegido por Roberto Suárez para liderar el objetivo de un nuevo ascenso a Segunda División A ha hecho, entre la Tacita de Plata y Sevilla, un curso acelerado como entrenador de fútbol. Fracaso al margen, Risto Vidakovic sale reforzado como profesional tras apenas tres meses defendiendo el escudo del Cádiz. Y es que todo lo vivido le ha ayudará a ser mejor en su próximo vestuario. Sin duda alguna.
Poco acostumbrado al trato con los medios de comunicación en su año en el conjunto astigitano, el serbio jamás se sintió cómodo en las instalaciones de El Rosal rodeado de tantos informadores. De hecho, poco se cuenta del Écija en el día a día en tierras sevillanas; y demasiado se habla del Cádiz tanto en la capital como en la provincia. "Resulta muy difícil jugar cuando hay mucha presión". El último titular del ya extécnico del conjunto amarillo lo dice todo. "Desde el primer día ha habido mucha presión cuando en realidad todavía estamos empezando la Liga...", recalcó pasando por alto que el Cádiz está fuera de los puestos de ascenso y con un balance de cinco derrotas en siete partidos disputados.
Sea como fuere, presión siempre va a existir en un club que atraviesa por uno de sus peores momentos de su historia y que está obligado a lograr el ascenso para no convertirse en un fantasma. Que se lo digan si no a Javi Gracia, que en cuanto se bajaba de los diez puntos de diferencia respecto al segundo clasificado en su campaña en Segunda B ya escuchaba las sirenas que anunciaban el encendido de las alarmas. ¿Qué habrá pensado el navarro tras conocer el cese de Vidakovic?
Lo que no se puede permitir, y no se ha permitido, es perder casi de forma consecutiva con equipos teóricamente inferiores como son San Roque, Lucena y Lorca Atlético. Tampoco, como sucedió en El Ejido, se te pueden escapar tres puntos cuando estás por delante en el marcador y con un hombre más sobre el terreno de juego. La culpa de la situación que atraviesa el equipo cadista no señala solamente al entrenador. Los jugadores tienen mucho que decir. Y cuando han tenido la oportunidad de hablar en el campo no lo han hecho. Todo hace pensar que la plantilla se posicionó al lado del míster por la poca carga de trabajo que había que afrontar durante la semana. Y como muestra el botón del viernes pasado, cuando el entrenamiento dio comienzo a las diez y media de la mañana y a las once y cuarto ya estaba Risto Vidakovic atendiendo los periodistas en la sala de prensa de El Rosal.
Trece partidos saldados con siete victorias, un empate y cinco derrotas. 23 goles a favor y 16 en contra. Esos son los números de Risto Vidakovic que pasarán a la historia, como a la historia pasará también el serbio al ser uno de los entrenadores del Cádiz que antes ha sido destituido. Del cielo al infierno se baja en un santiamén. Y Vidakovic puede dar fe de ello. Le ha dado tiempo de ser héroe y villano desde finales de agosto.
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