La segunda apuesta de Roberto Suárez

Otra bala en la recámara. El tópico dice que no se puede echar a una plantilla entera y Risto Vidakovic ha pagado los platos de color amarillo que se vienen rompiendo desde que se truncara la buena racha inicial con la derrota ante el Betis B en el Ramón de Carranza. El serbio fue la primera apuesta de Roberto Suárez, que maniatado por la situación económica del club tuvo que buscar un entrenador que encajara en un perfil sin muchos tipos de narices. Y fue el serbio. El asturiano defendió la labor de Vidakovic en la última comisión deportiva previa al partido del pasado domingo ante el Lorca Atlético, pero no pudo evitar que de la reunión saliera la palabra ultimátum. Consumada la destitución, debe rescatar nombres apuntados en su agenda. Y su nueva apuesta es el gaditano Jose González.

Risto Vidakovic siempre dejó claro que desde que las cosas empezaron a torcerse solo sentía el respaldo y la confianza de Roberto Suárez. Nunca criticó el serbio a la afición, pero sí algunas declaraciones que llegaban desde arriba, como las que lanzó Enrique Huguet en el Ateneo de Cádiz afirmando que las puertas del club siempre estaban abiertas para David Vidal. El presidente del Cádiz explicó que sus palabras fueron sacadas de contexto y mostró en un par de ocasiones su apoyo el ya destituido entrenador del Cádiz.

Sin Risto Vidakovic, y a la espera de que llegue el nuevo entrenador, la mayor responsabilidad de lo que ocurra a partir de ahora recaerá en los futbolistas que el director deportivo fue fichando para confeccionar la plantilla que en un principio se puso en las manos del serbio. Esa misma plantilla, con Ian Daly como uno más tras debutar ante el Lorca Atlético, se pondrá en pocas horas a las órdenes de la segunda bala del director deportivo.