Dos antecedentes poco halagüeños

Los dos últimos antecedentes de cambio de entrenador se presentan poco halagüeños para el Cádiz. Ni en la campaña 2007/08 ni en la 2009/10 hubo frutos. A ver qué ocurre en esta ocasión...

Dos presidentes y hasta cuatro entrenadores. A Mariano García Remón le fueron sustituyendo en la temporada 2007/08 hasta tres técnicos tras la huida de Arturo Baldasano. Primero fue Antonio Calderón el que se hizo cargo del equipo cadista, con Lucas Lobos y sin Lucas Lobos, y luego acabaron cogiendo las riendas del banquillo Raúl Procopio y el manchego Julián Rubio, con quien se acabó certificando el descenso en el inolvidable partido disputado en el Rico Pérez de Alicante ante el Hércules.

Una temporada después, con el equipo en Segunda División B, todo salió a pedir de boca y de la mano de Javi Gracia se regresaba a la categoría de plata en un abrir y cerrar de ojos. Y no menos inolvidable fue la fase de ascenso contra el Real Unión, con la ida en el Ramón de Carranza y la vuelta en el Stadium Gal de Irún.

El curso liguero pasado volvía a haber relevos en el banquillo amarillo. Y de nuevo se saldaba sin frutos. El técnico navarro, que acabaría recalando la temporada siguiente en el Villarreal B de Segunda División A, cesaba en su cargo tras la derrota en San Sebastián ante la Real Sociedad y el club dejaba el futuro del equipo en las manos de Víctor Espárrago y Luis Soler. El Cádiz, que empezaba a prometérselas felices tras la victoria en Soria por 1-3, iba perdiendo fuelle poco a poco hasta acabar firmando un nuevo descenso a Segunda División B que lleva hasta el día de hoy, cuando Risto Vidakovic ha sido destituido y se le busca relevo.