Jon Ander Garrido ya formaba parte de la historia del Cádiz CF por ser uno de los futbolistas que ha jugado con el conjunto amarillo en tres categorías: Segunda División B, Segunda A y Primera. Pero ahora da un paso más al alcanzar los 200 partidos en el equipo en el que más tiempo ha desarrollado su carrera profesional.

El centrocampista llegó a los dos centenares de encuentros oficiales en el Cádiz CF tras participar en el choque contra la Real Sociedad. Fue además la primera que vez que fue titular en un compromiso de la élite. Y algo más: lució el brazalete de capitán en un día tan señalado que no pudo celebrar como hubiese querido porque el equipo perdió frente al líder.

No es fácil ser bicentenario en un equipo. De los centenares de jugadores que han pasado por la entidad cadista a lo largo de su larga historia, es el vigésimo segundo que lo consigue y toma el testigo de Alberto Cifuentes, el anterior en lograrlo (la pasada temporada).

Garrido ya pertenece al club de los 200 partidos oficiales con el escudo del Cádiz CF en su pecho. Se une a una lista de leyendas que en su día cruzaron esa puerta, como Raúl López (con 402 es el único que ha rebasado la barrera de los 400), Linares (353), Pepe Mejías (344), Barla (343), Escobar (296), Juan José (295), Mané (291), Amarillo (291), Manolito (289), Carmelo (280), Armando (273), Enrique (252), Oliva (243), Ibáñez (242), Cortijo (237), Abraham Paz (230), Paco Baena (229), Javi Germán (226), Mágico González (219), Villalba (218) y Alberto Cifuentes (209).

El vasco recaló en el conjunto amarillo en el mercado de invierno de la temporada 2013/14, justo después de la llegada al club de Locos por el Balón. Había destacado en el Barakaldo y con 24 años viajó de norte a sur para enrolarse en un club que, en el pozo de la Segunda B, tenía entre ceja y ceja el objetivo del ascenso a la división de plata.

Y el Cádiz CF subió pero cuando él estaba cedido en el Racing de Ferrol. Regresó y Álvaro Cervera no dudó en contar con él para la nueva etapa en Segunda A. Garrido aprovechó la oportunidad y se convirtió en un hombre importante en el esquema del entrenador con su labor defensiva en el centro del campo y su disciplina táctica.

El medio alcanza la cifra redonda de los 200 a la que podría haber llegado antes de no haberse lesionado de una rodilla en febrero de 2020 que le obligó a perderse los últimos 13 duelos de la pasada campaña, la del ascenso a Primera, y los que abrieron el curso 2010/21.

Cumplió el sueño de todo futbolista de jugar en la categoría más alta. Debutó en Primera en San Mamés ante el equipo de toda su vida, el Athletic de Bilbao, y su reto es seguir aportando su grano de arena al menos hasta el 30 de junio de 2023. Hasta entonces tiene contrato con el Cádiz CF, con el que seguirá sumando partidos.