Cádiz CF

Diego González, apartado del primer equipo y del filial

  • El canterano, que debutó con Monteagudo en Albacete y que venía entrenando con la plantilla profesional, no acepta las condiciones del contrato que le ofrece el club

El Cádiz acaba de encontrarse otro frente comprometido que no hace más que agravar la crisis deportiva que atraviesa como consecuencia de la delicada situación de su primer equipo. El club ha decidido apartar de la plantilla profesional y de la del filial al canterano Diego González, una promesa de 16 años que el mes pasado Alberto Monteagudo hizo debutar en Albacete. La decisión adoptada es como consecuencia de que el futbolista no haya aceptado las condiciones del contrato que le ofrece el club.

La ausencia del polivalente futbolista chiclanero en el amistoso que el Cádiz jugó ayer en Medina Sidonia, encendió la alarma de la sospecha de que algo podía estar sucediendo. Todo esto fue en aumento cuando este medio conoció que a primera hora de la mañana le comunicaron a Gasca, lateral izquierdo del Cádiz B, que debía acudir al partido contra el conjunto asidonense. Cuando Gasca ha estado lesionado o sancionado, Diego González ha ocupado su lugar en el filial.

Esta desagradable historia comienza con el desacuerdo entre los dirigentes de la entidad y el joven jugador, en el caso de éste último por medio de su padre porque no cuenta con representante. Después de la destacada evolución del futbolista en el Cádiz juvenil y el Cádiz B en las primeras semanas de competición de la presente temporada, Monteagudo requirió su presencia para que se ejercitara con la primera plantilla e incluso le convocó y le hizo debutar en el Albacete-Cádiz. En el Carlos Belmonte disputó los minutos finales al sustituir a Aitor Núñez.

La trayectoria de Diego González provocó que el club que preside Florentino Manzano se sentara para plantearle la firma de un contrato cuyas condiciones no convencen al chiclanero. Según ha podido saber este medio, el acuerdo guarda cierta similitud con el que firmaron esta campaña otras promesas como el defensa Tomás, el portero José Antonio y el delantero del filial José Mari. En este caso se estaría hablando de un contrato de cinco años de duración y que tendría una cláusula de rescisión de 6 millones de euros. Quizá uno de los problemas pueda radicar en esta cantidad, que resultaría demasiado elevada si, como parece, los emolumentos mensuales para el jugador rondarían los 600 euros.

La situación es que el polivalente futbolista formado en el Sancti Petri va a dejar de entrenar con el primer equipo y tampoco jugará con el filial, su papel habitual en el club en las últimas semanas. Para el Cádiz B se trata de otro revés importante como consecuencia del aluvión de ausencias que está sufriendo por la plaga de lesiones. Diego González, el jugador más polivalente de la cantera al poder actuar en cualquier demarcación salvo la de portero, limita por el momento su participación a entrenamientos y partidos del Cádiz juvenil, que es líder del grupo XIV de la Liga Nacional.

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