El Cádiz puso ayer punto y final a uno de los males que le viene acompañando en las últimas semanas de competición, la falta de goles. El equipo de Ramón Blanco le hizo ocho al Sidonia Balompié, aunque hay que recordar que el rival milita en Regional Preferente. El partido dejó como apuntes más destacados los tres goles de Adrián Gallardo en el primer tiempo y el estreno del defensa japonés Masaki Watanabe, que dejó algunos detalles que agradaron al técnico cadista.

Sobre un terreno de césped sintético similar al que el Cádiz se encontrará el domingo en Lucena, la escuadra gaditana saltó en primer lugar con un once compuesto por teóricos suplentes que dio la cara desde el primer minuto con un juego alegre y una efectividad enorme en sus primeros acercamientos a la portería defendida por Juandi. La movilidad cadista era idónea en la zona ancha con buenos argumentos por parte de Vergara y el pivote del filial Juanmi, que se percataban de los fallos en la marca de la zaga local para surtir de balones a José Mari y Adrián Gallardo.

Los ojos del cuerpo técnico cadista se centraron en Watanabe, que salió como pareja de centrales junto a Garretas. El japonés dejó pocos detalles para que puedan ser destacados, aunque demostró tener poderío en el juego aéreo y se despachó un pase en largo de más de 30 metros que dejó en pies de Viyuela. Es pronto para hacer un juicio de valor porque habría que ver su capacidad contra un rival de mayor entidad.

Tras el descanso, Blanco puso el once que más se aproxima al de los teóricos titulares, aunque éstos no estuvieron a tan buena altura como sus compañeros del primer periodo. En algunos momentos aparecieron los nervios fruto de la inseguridad y se produjeron errores en defensa que permitieron que el Sidonia comprometiera la portería de Aulestia.

Cayeron tres goles más por la mayor calidad de los arietes cadistas y se fallaron otros tantos claros por errores de ajuste en el remate, tal y como viene repitiéndose en los encuentros oficiales.