La situación que existe entre el Cádiz CF y el Valencia por el aún abierto 'caso Cala-Diakhaby' va camino de convertirse en el principal obstáculo para que Rubén Sobrino pueda regresar al equipo amarillo, en el que jugó como cedido desde enero dejando un grato sabor de boca. Álvaro Cervera lo tiene claro a la hora elegir, pero está por ver si Anil Murthy, presidente valencianista, ve de la misma manera que un jugador de su propiedad recale en el Carranza, después de la tensión entre ambos clubes.

Cuando el Comité de Competición anunciaba el jueves 17 de junio que archivaba el expediente que en su momento abrió a Juan Cala, por un presunto insulto racista a Diakhaby en el encuentro Cádiz CF-Valencia (2-1), el club de Mestalla reaccionó de inmediato mostrando su contrariedad a esa decisión y anunciando el comienzo de una fase de estudio para presentar alegaciones a la medida del organismo que depende de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Sin cuestiones extradeportivas de por medio como la del archivo del expediente, ya se antojaba complicado que el atacante repitiera experiencia en el Cádiz CF. Una vez conocida esa decisión, que no hace más que reafirmar la postura que mantuvo desde el principio en su defensa Cala, habrá que ver cómo respiran Murthy y sus socios para abrir la puerta a Sobrino y que éste ponga de nuevo rumbo al conjunto amarillo.

La cuestión económica tiene desde el principio en posturas alejadas al Cádiz CF y al Valencia. Cuando ambas partes han tocado el tema, los euros les separan más que unirles. Evidentemente que la justicia deportiva siga dando la razón a Cala no debe caer demasiado bien en el seno de la entidad valencianista.