Una gran noticia para las maltrechas arcas del Cádiz CF, que van a recibir cerca de 45.000 euros por un jugador, Chico Flores, del que apenas se pudo disfrutar en el primer equipo amarillo pero que lleva años aportando en billetes lo que no le dejaron con la elástica amarilla sobre el terreno de juego. La cantidad es como consecuencia del traspaso del defensa el pasado verano, cuando abandonó el Swansea galés -equipo que disputa la Premier League- para fichar por el Lekhwiya, de Qatar.

Con problemas económicos que impiden tener al día a la primera plantilla, entre otras adversidades de orden monetaria, la confirmación del ingreso del dinero ha sido recibida con enorme alegría por el consejo de administración que preside Manuel Vizcaíno, sabedor de las dificultades existentes en el día a día del club. Esa cantidad podría ir acompañada de alguna más como consecuencia de esta misma operación, ya que en verano se cifró el pase de Chico en unos cuatro millones de libras (casi cinco millones y medio de euros) -ninguna de las dos partes inmersas en la operación confirmó este extremo en su momento-, por lo que es posible que al Cádiz le pueda corresponder todavía otro pago de unos 50.000 euros.

Chico Flores, que formó parte de la cantera cadista durante cinco años -entre equipos pertenecientes al Balón y al Cádiz- tras militar antes en el desaparecido GE Avante y en el Olímpico, recaló tras dejar Carranza en el desaparecido Racing Portuense, y de ahí dio el salto al Barcelona B -con Guardiola, logrando el ascenso a Segunda División B-, Almería (dos temporadas), Genoa (una temporada), Mallorca (una temporada) y Swansea (dos temporadas, en la primera conquistó la Capital One Cup), hasta llegar en la actualidad al Lekhwiya. Al club amarillo le corresponde una cantidad en concepto de derechos de formación, que se aplica a los traspasos de jugadores mayores de 23 años. La normativa de la FIFA recoge que "el club o los clubes que contribuyeron a su educación y formación recibirán una parte de la indemnización pagada al club anterior". Como Chico pasó por el Balón cadete, el Cádiz juvenil y el Cádiz B, a la entidad de su tierra natal le corresponde un dinero que le viene de perlas para seguir sobreviviendo a duras penas, tal y como le viene sucediendo en los últimos años.

El defensa central no pudo triunfar en la ciudad que le vio nacer, pero las arcas de la entidad son las grandes beneficiadas de sus cambios de equipo siempre que se produzca con un traspaso de por medio. Cuando fichó por el Almería, por 750.000 euros, se reservó un 30% de la plusvalía en caso de una futura marcha del jugador. Y cuando se marchó al Genoa por 5.000.000 de euros, el Cádiz se embolsó 1.250.000 euros. Esos dos millones de euros han sido fundamentales en los últimos años para mantener en pie a un club, el cadista, que se tambalea por la tremenda deuda que arrastra como consecuencia de una pésima gestión en los últimos 20 años.

Ahora, los casi 45.000 euros son una ayuda excepcional para que los dirigentes puedan seguir haciendo frente a todos los compromisos de pago en una temporada que cuando está a punto de alcanzar el mes de marzo empieza a hacerse larga para un club que milita en Segunda B.

Chico Flores debutó con el primer equipo del Cádiz, de la mano de Oli, en el campo del Albacete un 22 de octubre de 2006. Jugó los 90 minutos y su equipo perdió 4-1. Tuvo minutos esa misma campaña en tres encuentros más, aunque en el verano de 2007, con la llegada de Arturo Baldasano y Félix Carnero, se le instó a que saliera cedido porque no iba a tener minutos. Se fue al Portuense y de ahí al Barcelona B, donde inició su despegue como profesional.