Cádiz CF

Lo que el Cádiz podría llegar a ganar con Brian

  • La cesión del lateral zurdo al Girona conlleva una posible venta, ya fijada, por la que el club podría ingresar hasta un millón de euros

Brian, durante un entreamiento en Benalup.

Brian, durante un entreamiento en Benalup. / Manuel Aragón Pina

La cesión de Brian Olivan al Girona en el último momento del mercado de verano ha supuesto un respiro en lo deportivo, por el deseo expreso que tenía el entrenador con que se solucionara lo que a todas luces ya era un problema, y al tiempo ha terminado convirtiéndose en una buena operación desde el punto de vista económico, toda vez que el Cádiz se asegura ganar dinero con un futbolista al que se considera, desde su llegada en 2016, patrimonio del club.

En efecto, el adiós del lateral zurdo, más que previsible visto lo visto en pretemporada, un verano en el que Álvaro Cervera apenas ha contado con él y en el que, aun sin que se produjeran salidas de tono, se han hecho más visibles si cabe las diferencias entre el técnico y el defensa, ha permitido cerrar la plantilla con la premisa de contar con dos futbolistas por demarcación, ya que su ficha ha sido ocupada por Luismi Quezada, otro jugador de banda izquierda que puede desenvolverse de hecho por todo el costado.

Al margen del evidente alivio de tensiones que también supone para el ambiente del vestuario, la marcha del barcelonés posibilita que la entidad que preside Manuel Vizcaíno cumpla igualmente con el objetivo de no perder dinero con un hombre por el que se apostó fuerte hace tres temporadas y por el que se llegó a desembolsar 500.000 euros.

En este sentido, cabe señalar que las condiciones del préstamo al Girona incluyen una cláusula de compra, con cantidades ya fijadas y cerradas, por las que el Cádiz podría llegar a ingresar hasta un millón de euros, justo el doble que lo que costó Brian cuando vino procedente del Granada. Pero además de la cifra máxima de la futura operación de venta, llama poderosamente la atención que el club gaditano se haya asegurado un mínimo que también supera lo que en su día se abonó y la posibilidad de reservarse un 30% de los derechos de una siguiente venta.

Como ya sucedió en la venta de Álvaro García al Rayo Vallecano, la pretensión es sacar el máximo rendimiento económico por un futbolista que puede revalorizarse debido al potencial que atesora y a su edad.

 

 

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