El Cádiz se impone al Chiclana pero todavía nota la falta de ritmo

Un partido típico de pretemporada el disputado anoche entre el Chiclana y el Cádiz que al menos dio juego para extraer algunas conclusiones. El encuentro fue más malo que bueno, pero en el plano colectivo se pudo comprobar la decidida apuesta por el toque que realiza Risto Vidakovic, algo difícil de ver en escuadras que habitan en Segunda B. Lo bueno de esta apuesta es que cuando el equipo tiene la posesión del balón se hace dueño del partido. Lo malo es que cuando no tiene la pelota el rival le hace sufrir más de la cuenta, como hizo ayer el Chiclana durante buena parte de la primera mitad.

En el lado individual, la conclusión más positiva del encuentro de ayer es que Pedro Baquero sumó muchas papeletas para ser el líder en el centro de la zaga que siempre necesita un equipo si quiere estar bien construido. Bien posicionado, con visión para anticiparse al contrario en el corte y con mando para colocar a sus compañeros, demostró buenas maneras en su debut.

La segunda impresión individual, también grata, la dejó el canterano Diego, que ayer refrendó el buen partido que hizo en Rota con otra participación plena de desparpajo y calidad. De momento está aprovechando sus oportunidades desde la banda izquierda.

Más flojo se mostró en su estreno con la camiseta amarilla el congoleño Moke, que si quiere ser una referencia en el centro del campo debe mejorar sus prestaciones y no perder tantos balones como en su primer día. En cualquier caso, se trataba de un choque de preparación y el margen de adaptación todavía es amplio. Queda un mes para que empiece la Liga.

El caso es que el Chiclana salió más entonado que el Cádiz. No sólo no se notó la diferencia de categoría sino que además los locales apretaron de lo lindo desde el pitido inicial hasta el punto de anotar el primer gol en el minuto 11 gracias a un regalo de un fallón Tiri, que cedió mal a Juanfer y Julio aprovechó para dibujar una preciosa vaselina.

Los de Bolli se agigantaron con el marcador a favor y pusieron en serios aprietos a un Cádiz que tardó en reaccionar. Hasta pasada la media hora no logró el gol empate, obra de un Baquero que anduvo listo para sacar tajada de un barullo en el área chiclanera.

Tras el descanso llegó el esperado carrusel de cambios en los dos equipos y el partido fue todavía a menos. Jurado demostró oficio para llevar la manija de un equipo amarillo que en muchos momentos pecó de excesivo toque estéril que no conducía a nada porque no creaba peligro.

Cuando el choque enfilaba la recta final, en el minuto 82, llegó el tanto de la victoria del Cádiz merced a una falta directa lanzada por Carlos Caballero desde unos cuarenta metros que se coló en la portería local gracias a la colaboración del guardameta chiclanero.

El susto de la noche lo dio el canterano Juanito, que se tuvo que retirar en el minuto 72 tras sufrir un golpe en la rodilla derecha justo un año después de sufrir una grave lesión en la otra. Aunque en principio no parecía grave, la prudencia fue la mejor consejera y por eso se fue al vestuario antes de tiempo para evitar males mayores.

CHICLANA: Antonio, Joselito, Jairo, Alberto Suazo, Romero, Montoya, Julio, David, Carlos Martínez, Emilio y Migue. También jugaron Alberto, Flor, Diego Ramírez, Ati, Joaquín, Crespo, Fernando, Dani Guerrero, Nico y Ángel. CÁDIZ: Juanfer, Cifuentes, Germán, Baquero, Tiri, Fran Cortés, Moke, Enrique, Diego, José Miguel Caballero y Hugo García. También jugaron Miguélez, Pecci, Álvaro Silva, Rubén Díaz, Raúl López, Jurado, Juanito, Lolo, Arriaga, Carlos Caballero y Rubén Pérez. Árbitro: Vadillo Cruzado (San Fernando). No mostró cartulinas en un partido de guante blanco. Goles: 1-0 (11') Julio 1-1 (32'). Baquero. 1-2 (84') Carlos Caballero. Incidencias: Encuentro amistoso disputado en la noche de ayer en el Campo Municipal de Deportes de Chiclana ante la presencia de unos 500 espectadores y con el terreno de juego algo blando para la práctica del fútbol. En el palco de autoridades estuvieron presentes el alcalde de Chiclana, José María Román, así como el presidente del club que ejerció de anfitrión, Federico Díaz.