"Hacen falta muchos gestos para recuperar la confianza del cadista"
David Almorza, vicerrector de Alumnos de la UCA, aprovecha su simpática presentación del LVI Trofeo Carranza para pedir al club amarillo que "potencie la política de protección de la mejor afición del mundo"
El gran embajador del Cádiz también cuida al equipo amarillo en su propia tierra. David Almorza aprovechó ayer su simpática y original presentación del LVI Trofeo Carranza, que tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento, para pedir al club que "potencie la política de protección a la afición". "Este año, los abonados disponemos de entrada gratis para el Trofeo; es un gesto importante, pero hacen falta muchos gestos más para recuperar la confianza del cadista", aseguró el vicerrector de Alumnos de la UCA ante Javier Moyano, vicepresidente ejecutivo del Cádiz, y Teófila Martínez, alcaldesa de la ciudad.
David Almorza no se dejó en casa su bufanda, volvió a mostrársela al Rey de España, y dio una lección de sentimientos. Lo hizo, además, dejando que el escudo le traspasara incluso el corazón: "Desde siempre he ido al fútbol con mi padre. Tengo muy claro que muchas cosas, y entre ellas la pasión por el Cádiz, se las debo a él. Así que muchas gracias, papá".
El vicerrector de Alumnos de la UCA fue presentado por Monchi, último pregonero. Y el director deportivo del Sevilla tomó la palabra con elegancia y con mucho cariño hacia su sucesor: "Su inmenso currículum estaría cojo sin este pregón. Es un embajador perpetuo del cadismo y nadie puede poner en duda su gaditanismo. Debemos investirnos de alumnos privilegiados y tomar muchos apuntes de lo que va a decir. Profesor, aquí tiene su atril, ya puede empezar su clase".
El nuevo presentador amagó con cantar, recordando los últimos pregones del propio Monchi, que durante su pregón adelantó que saldría en la chirigota Los pre-paraos, y de Pedro Espinosa, redactor de Diario de Cádiz y conocido ex comparsista que hace dos años se atrevió a echar un cantecito durante su intervención. Pero finalmente, David Almorza, profesor de matemáticas, optó por contar en vez de por cantar y basó su discurso en el simbólico número siete.
"Desde el principio de la historia de la humanidad, y prácticamente desde todas las civilizaciones, se le atribuyeron propiedades mágicas a este número siete", resumió. Siete astros, siete días de la semana... "Para aumentar la magia se decía siete veces más siete. Y siete veces siete más siete es 56, el número de la edición del Trofeo de este año... una edición que tiene que ser mucho más que mágica", argumentó. "Y, en Cádiz, cuando hablamos de algo mágico, siempre aparece Mágico González", apuntó con su peculiar estilo a la hora de jugar con las palabras y sus distintos significados.
Como si de siete nuevos artículos para la sección de Deportes de este periódico se tratara, el presentador fue desgranando su pregón a través de siete historias que estuvieron acompañadas de unas personales ilustraciones ofrecidas a través de una pantalla.
La primera de ellas fue la de los primeros trofeos. Recordó que el Sevilla ganó el inaugural. "Y también la segunda y la tercera edición", apuntó. Sacó a la palestra los triunfos del Atlético de Portugal y del Benfica. Y confesó que durante un viaje de trabajo a Lisboa visitó las sedes de ambos clubes. "En Benfica conocí al dueño y cuidador del Águila Victoria, que es de Cádiz y se llama Juan Bernabé. Nos hicimos una foto y posó con la bufanda del Cádiz. Y es que yo siempre viajo con una bufanda ", dijo.
Almorza contó que también, en Argentina, visitó al Estudiantes de La Plata, tercer clasificado en la edición de 1969. "El Trofeo Carranza se exhibe con orgullo por los equipos que lo han ganado y es grato encontrarse un trozo de Cádiz a tantos miles de kilómetros de distancia", señalaba con orgullo.
La segunda historia empezaba por su primer Trofeo... "El año 1972. Vino Iribar con el Athletic, Beckenbauer y Maier con el Bayern de Munich, Eusebio con el Benfica... fue impresionante. Las mejores figuras venían a Cádiz una y otra vez", recordaba. "Cuando los niños de mi clase eran del Madrid o del Barcelona, resulta que yo era del Cádiz", aseguraba.
En el tercer relato se aferró a la participación del Cádiz en el evento. "En 1977 debutó. Y en 1981 lo ganó. La final la vimos por la televisión, era la primera vez que televisaban un partido del Cádiz", retrocedía en el tiempo.
La siguiente historia versó sobre sobre la edición número LV. En esta ocasión, a David Almorza se le invitó a participar en la organización en representación de la UCA. "Entonces hubo que jugar en Bahía Sur. Ahora vuelvo a colaborar y resulta que la Tribuna está derruida. Espero tener más suerte la próxima vez", pensó en voz alta con gracia.
En la historia del pregonero, la quinta, fue cuando el vicerrector pidió más mimos para la afición. "La palabra abonado viene de abono. Y los abonados somos los que hacemos que el equipo crezca", escupió . El gaditano no dejó de lado el sentido del humor al recordar que el diario As justificó su nombramiento como pregonero por su papel de "embajador del sadismo". Microsoft Word y sus pequeñas traiciones...
En la sexta incluyó a los equipos del actual cartel, que fue presentado tras el pregón, y anotó que las participaciones de los cuatro suman un total de 63: 56 más siete. Y en la séptima y última demostró, a su manera, por qué el Carranza es "el mejor Trofeo del mundo".
Al final, tomaron la palabra Javier Moyano y Teófila Martínez. El gestor cadista se mostró "agradecido" a todas las partes y la alcaldesa dijo que la organización ha sido "una nueva aventura" y reforzó la idea de "seguir construyendo el nuevo estadio Carranza".
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