Cádiz CF

El Cádiz CF, muy cortito: el arduo trabajo que le queda a Sergio González

  • El equipo se mete en cuartos de final de la Copa del Rey pero sin síntomas de mejora

Sergio González en el partido contra el Sporting.

Sergio González en el partido contra el Sporting. / Eloy Alonso/Efe

Sergio González vivió su primer partido como entrenador del Cádiz CF el sábado 15 de enero resuelto con el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey en el duelo ante el Sporting de Gijón, decidido en la tanda de penaltis tras el empate a cero durante los 120 minutos reglamentarios.

El técnico entró con buen pie gracias a la clasificación para la siguiente ronda. El billete a cuartos otorga un plus anímico a un equipo alicaído por su errática marcha en la Liga, aunque quedó demostrado que aún tiene mucho trabajo por delante a tenor del rendimiento que ofreció el equipo sobre el tapete de El Molinón. No ofreció su menor imagen un Cádiz CF que no jugó nada bien, aunque en el fútbol lo que cuentan son los resultados.

Sergio sólo lleva cuatro sesiones (entre el martes y el viernes pasado), poco tiempo para inculcar su modelo de juego. Explicó en su presentación que su idea es, sobre todo, mejorar en ataque sin perder la fiabilidad defensiva.

En Gijón se apreció algo de lo que pretende implantar el nuevo preparador cadista. Su primera apuesta fue un 4-4-2. El equipo tocó más el balón, elaboró más las jugadas sin tanto fútbol directo. Otra cuestión es si esa manera le sirvió para generar peligro. El equipo quiso salir desde atrás con el esférico jugado, con al menos un medio retrasado para recibir y empezar a circular. Le tocó a Bastida durante buena parte de su actuación.

Se vio también un equipo que en determinados momentos trató de robar el balón con una presión alta y las líneas más adelantadas que activaron el modo acordeón para replegarse con celeridad.

Salvo en instantes puntuales, el Cádiz CF se desenvolvió con seguridad defensiva (portería a cero) si olvidar que el rival milita en Segunda División. Eso sí, si el mejor es el portero, David Gil, es que algo falla. El mayor problema fue el ataque. Ni un solo tiro a puerta en dos horas de partido es el fiel reflejo de la enorme carencia que debe resolver el equipo si quiere apurar sus opciones de continuar en la máxima categoría.

No sólo no disparó entre los palos. Generó pocas oportunidades de gol tanto en el juego posicional como a balón parado.

El nuevo entrenador tuvo la oportunidad de ver en acción a 17 jugadores (la prórroga le permitió hacer un cambio más de los cinco establecidos en 90 minutos), aunque el once que alineará el próximo martes contra el Espanyol se parecerá muy poco al que sacó en el choque contra el cuadro asturiano. En la Liga irá con todo.

En su primer encuentro, el técnico colocó a Rubén Sobrino en la delantera y a Fali en la media cuando saltó al césped como solución para suplir el cúmulo de ausencias en esa zona (Jens Jonsson, Tomás Alarcón y José Mari).

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