El adiós de Brian Olivan a su etapa en el Cádiz parece una cuestión de tiempo e incluso podría producirse más pronto que tarde. Las palabras del entrenador, Álvaro Cervera, tras el amistoso del pasado sábado en La Línea contra la Balona, al afirmar que en su opinión sólo cuenta con un lateral zurdo de su confianza, refiriéndose a Pacha Espino, ya no dejan el menor lugar a la duda.

El club debe fichar a otro lateral izquierdo que compita con el defensa paraguayo y buscar la mejor salida posible para el catalán, por el que en verano de 2017, un año después de que llegara como cedido por el Granada B, pagó unos 500.000 euros para hacerse con la propiedad. Los rectores cadistas, además, no parecen dispuestos a hacer un mal negocio, por lo que pretenden recuperar la inversión porque entienden que el futbolista en absoluto se ha depreciado.

Los rojiblancos quieren pagar menos de los 500.000 euros que de entrada pide el Cádiz

De hecho, pese a que su situación con el técnico ya es insostenible, la realidad, números en mano, es que cerró el pasado curso con el mejor promedio de puntos por partido disputado, igualado en cabeza con Sergio Sánchez. El director deportivo, Óscar Arias, cuenta desde luego con argumentos para subirse a la parra.

En principio los dos equipos que habían mostrado interés en Brian eran el Rayo Vallecano y el Deportivo de La Coruña, pero en las últimas horas también se ha sumado a la puja el Granada, que se plantearía recuperar al jugador para su nuevo proyecto en Primera División. El problema, como no podía ser de otra forma, es el precio.

El jugador, con contrato en vigor hasta 2021, tiene que salir sí o sí, por lo que el Cádiz está obligado a negociar y a entenderse ya sea con el Granada, con el Dépor, con el Rayo o con el que venga. No queda otra.