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Historia del comercio

Un viaje al pasado comercial de Cádiz

Dos personas ven una parte de la exposición.

Dos personas ven una parte de la exposición. / Miguel Gómez

Cádiz en blanco y negro. Un fiel retrato del Cádiz de los años 60 del siglo pasado a través de sus comercios captados por las cámaras fotográficas de José Ramón Bensusan Anchóriz, más conocido como Duke, y Emilio González González, al que todo el mundo llamaba por su apellido. Un gaditano y un zamorano que retrataron la ciudad y su vida y que hoy ve la luz a través de la exposición ‘El comercio gaditano en los años 60’ con material que se encuentra en el Archivo Histórico Municipal de Cádiz y que estará abierta en el Baluarte de Santa Catalina desde el pasado 9 de junio hasta el 10 de septiembre.

Es un Cádiz de otros tiempos, con un comercio local fuerte y al que empiezan a llegar algunas grandes superficies de carácter nacional, como Galerías Preciados, los supermercados El 13 y, el primer concesionario de automóviles, el de Renault, muestras de los años del desarrollismo en tiempos de la dictadura franquista.

Nombres también que evocan a otros tiempos como Casa Picos Brasileños, que estaba situada en la calle San Francisco y en la plaza de Mina.

Cajas registradoras con manivelas, empleados uniformados y abundantes en los establecimientos, escenas de alegría, de inauguraciones bendiciones de sacerdotes, gente fumando en los interiores. Es un viaje al pasado absolutamente recomendable en una exposición que refleja muy bien el Cádiz comercial de aquella época.

Comercios que han llegado hasta hace no muchos años, como Confecciones Lluch, que en la exposición aparece con su local de García de Sola; Melchor y la Perfumería Europa.

Hay alguno que incluso ha sobrevivido como la Librería Mignon en la plaza de Mina, Esta aparece en la exposición con un sacerdote con sotana bendiciendo con el isopo el local de la plaza de Mina y con el escritor José María Pemán en la inauguración firmando un libro  junto a un marinero con su uniforme que sujeta el ejemplar. También sobrevive la Librería Díaz.

Confecciones Mabús en la calle San José; La Rosita, en Sánchez Barcaiztegui, una especie de almacén que también fue fábrica de turrón. Boinas, gafas de las llamadas de culo de botella, camisas blancas impolutas de los empleados clásicas de los almaceneros de aquella época...

Supermercados Romisa, que inauguró en 1960 en la entonces llamada Duque de Tetuán y hoy Ancha;  Electricidad Parodi en Valverde; Calzados Faly, ya con el local adquirido en la calle Ancha; Supermercados Número 13 en García de Sola, que fue abierto por la Compañía General de Abastecimientos y Transportes.

Un audiovisual, bocetos de carteles y también documentos en una exposición municipal inaugurada hace más de dos semanas que merece mucho la pena.

Duke fue un fotógrafo gaditano que empezó en esta actividad como afición para finalmente terminar de dedicarse a ella plenamente. En 1949 obtuvo una licencia del Ayuntamiento para la apertura de un estudio fotográfico en la entonces Plaza del Generalísimo Franco, número 3, actual Mina.

Hizo desde acontecimientos sociales, a recordatorios de comuniones, Semana Santa e incluso lugares de la ciudad que servían como decoración para muchas casas. Entre las curiosidades se encuentra que con la llegada del color instaló en su estudio de la plaza de Mina el primer laboratorio de la ciudad para revelado en 24 horas.

Emilio González llegó a Cádiz desde Zamora para hacer el servicio militar y aquí se quedó para siempre. Este tenía su despacho en su propio domicilio de la calle San Vicente hasta que en los años 60 se asoció con Hernández y abrieron en Barrié. González fue fotógrafo colaborador de prensa y cubrió los actos oficiales de diversos organismos municipales y provinciales, empresas importantes y también celebraciones particulares.

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