Vandalismo sobre la recién restaurada portada de la Iglesia de San Juan de Dios de Cádiz

Apenas han transcurrido unos días desde que concluyera la restauración de la portada de estilo neoclásico que da acceso a la iglesia San Juan de Dios por la plaza que lleva su nombre, y ya se ha atentado contra este patrimonio de la ciudad. El vandalismo y la actitud incívica han vuelto a hacer acto de presencia con las pintadas que pueden apreciarse en la columna y el basamento de la misma que integra arquitectónicamente esta portada, causando bastante malestar en los integrantes de la Hermandad de la Santa Caridad, que ha asumido esta labor de recuperación.

El hermano mayor de la Hermandad, José María Caravaca, se lamenta de la falta de miramiento con el patrimonio gaditano, "pues ha sido un gran esfuerzo el que hemos realizado con este gesto de micromecenazgo y todavía ni se han marchado los canteros, y ya lo han pintado". Un esfuerzo también en cuanto a la celeridad en la finalización de la obra de cara al Domingo de Ramos, "pues nos comprometimos a retirar el andamio que cubría la portada al encontrarse en carrera oficial, dejando solo el que da acceso a la azotea".

Son dos las portadas de entrada a la iglesia, una por la plaza de San Juan de Dios, que es la perjudicada, y la de la calle con el mismo nombre. Un enclave del patrimonio eclesiástico de la ciudad sumido en otras labores de reparación a cargo de la Junta de Andalucía como es la de su torre, que data de 1768, y que fue diseñada por Torcuato Cayón, elevándose sobre la esquina de la confluencia de las dos fachadas.

La Iglesia de San Juan de Dios responde al ejemplo poco habitual de iglesia con planta de cruz griega que se inscribe en un cuadrado, y se cubre con una cúpula en el crucero y bóvedas de arista en los cuatro brazos. Fue restaurada en buena parte a comienzos del XIX, y ahora se están acometiendo estas obras puntuales.

En su interior destaca la pequeña capilla doméstica del Hospital, que es una buena muestra de la arquitectura dieciochesca de la ciudad, al atesorar mármoles italianos, azulejos holandeses y rocalla dorada.