Cádiz

La humedad, el vandalismo y las palomas son los principales causantes del deterioro

  • Factores naturales y humanos de ciudad afectan gravemente al estado de los monumentos

La situación estratégica de Cádiz tiene sus desventajas además del molesto viento de levante. El mar del que con tanto mimo se habla y del que se han hecho numerosos cantos es uno de los principales problemas porque deteriora el estado de los monumentos. Al estar completamente rodeada por el océano la ciudad se ve afectada continuamente por la humedad del mar. La mayor parte de las esculturas están fundidas en cobre o tienen placas conmemorativas de metal que con la humedad se oxidan y desgastan hasta perder rasgos y en el caso de textos, la legibilidad. El muchas ocasiones la oxidación de los metales se extiende a los pilares y pedestales que sirven de base para las placas y esculturas.

Otro problema se le achaca a los incívicos de la ciudad que con sus pintadas destrozan bustos, placas y basamentos. Los graffiteros no se lo piensan dos veces y plasman sus firmas en estos elementos conmemorativos. El Partido Socialista propone una nueva normativa de mantenimiento de los monumentos que se encargue de hacer una limpieza generalizada de estos actos de vandalismo que sufre la ciudad. Algunos ejemplos de pintadas se pueden observar en la cripta del monumento de Marqués de Comillas que además presenta un gran estado de dejadez y suciedad, en la boca de José Martí en la Alameda Apodaca y en el pedestal del busto erigido en honor a Paco Alba.

Pero el primer puesto de esta lista de problemas lo ostentan las palomas que con sus excrementos destrozan las estatuas. "Hemos exigido que se haga algo con esta situación aunque, por supuesto, respetamos el hábitat de las aves", dijo De las Cuevas.

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