Paco Piniella, nuevo rector de la UCA

El último charco del rector sentimental

  • El recién elegido máximo responsable de la Universidad gaditana aúna las pasiones académica, política y familiar

El último charco del rector sentimental

El último charco del rector sentimental / Miguel Guillén

Hay unas palabras y un gesto que podrían definir muy bien la personalidad de Francisco (más bien Paco) Piniella Corbacho, flamante rector electo de la Universidad de Cádiz, sexto en toda la historia de la UCA. Unas palabras: nada más conocerse su victoria, el martes por la tarde, Paco Piniella proclamó a este periódico que se había “hartado de llorar” acordándose en esos momentos de su padre y de su madre, fallecidos ambos.

Y un gesto: el ganador naturalmente repartió abrazos y besos entre los miembros de su candidatura y a todos los que le han apoyado en esta carrera; pero el más apretado, fue el que se dio con su hija Marta, que tiene síndrome de Down, que ha seguido su campaña como la primera voluntaria y que se agarró a él para encaramarse a su cuello, levantar las manos como la deportista que ha alcanzado la meta y le dijo: “Estoy muy orgullosa de ti”. La frase provocó en el novísimo rector magnífico eso que ya habrán supuesto: más lágrimas.

A los que conocen a Piniella no han de sorprenderles estas reacciones, puesto que saben bien de ese lado sentimental y familiar, dado a a conservar amigos toda la vida, y que está más oculto para quienes sólo pueden ver la figura del profesor progresista, protagonista de apariciones y controversias, siempre dispuesto a meterse “en todos los charcos”, según él mismo ha dicho más de una vez. Seguramente de cómo combine esta pasión trufada de ambición por la vida pública con la pulsión doméstica e íntima dependerá el éxito (para él y para los demás) de la nueva misión que él mismo se ha impuesto. Y más teniendo en cuenta que su dedicación a lo no familiar se verá ahora notablemente incrementada.

El nuevo rector, nacido en Cádiz, va camino de los 58 años de edad, y el rectorado de la UCA viene a ser como la culminación de su carrera académica, que empezó en el año 1991 como profesor asociado, seis después de obtener la licenciatura en la Escuela Superior de Marina Civil, y tras otros tantos de trabajar embarcado como oficial en la flota Mercante, en la Naviera Gorbea y la Compañía Trasmediterránea.

Su paso por la Universidad continuó como profesor titular y luego catedrático en el área de Ciencias y Técnicas de la Navegación. El 'primer charco' lo pisó entre los años 1998 y 2004, ocupando el cargo de Decano de la Facultad de Ciencias Náuticas, en donde siguió una carrera que incluía direcciones de departamentos, colaboraciones internacionales y coordinación de grados y másters...

Este impulso por la vida pública fue probablemente lo que le animó a la política. Es sabido que fue concejal socialista entre 2003 y 2007, con Rafael Román de cabeza de lista, pero no quedará en la historia su paso por los bancos municipales, a pesar de que presentó numerosas mociones y preguntas y tuvo un cierto protagonismo en los debates. No parece que él tampoco lo tenga entre sus grandes recuerdos, ya que tiene dificultades para situar las fechas de su mandato como edil cuando se le pregunta.

Poco tiempo después, su nombre siempre se encuadraba en el sector crítico y, progresivamente, cada vez más en el ala izquierda del partido socialista gaditano. Llegó a disputar la secretaría local en 2012, sin ningún éxito. Las 'malas lenguas' atribuían su postura discordante a que no se le había premiado nunca con la presidencia de la Autoridad Portuaria, y lo cierto es que en varias ocasiones figuró en las quinielas. Pero igualmente podría ser lo contrario, o sea, que nunca ostentara ese cargo de designación (ni ninguno) precisamente por las opiniones que no se guardaba. Así, las cosas, se salió o 'lo salieron' del PSOE.

En los últimos tiempos se ha asegurado que pertenecía a Podemos, y él ha gastado el tiempo imprescindible en negarlo. Lo cierto es que en las elecciones autonómicas andaluzas de 2016 pidió el voto para Teresa Rodríguez junto con otros 16 ex militantes socialistas gaditanos, pero desde un tiempo antes, aún con el carnet del PSOE, algunos íntimos contaban que Piniella ya votaba a esa formación izquierdista, sin que él tuviera por qué reconocerlo.

Es seguro que las dos pasiones públicas de este profesor son la política (en el amplio sentido de la participación y el debate público) y la académica, pero no le faltan otras. Una de ellas es la de bucear en sus orígenes. No paró hasta descubrir que el origen de su apellido probablemente italiano (algo tan gaditano) es a lo mejor asturiano. Sabía naturalmente desde siempre que su padre trabajó toda su vida como sastre en la afamada Sastrería Asensio en el centro de Cádiz, pero la gran sorpresa le vino al descubrir por una carta de procedencia remota que su abuelo, desaparecido en el gran torbellino de la Guerra Civil, había formado una nueva vida y una nueva familia en Ucrania. Viajar a conocer a esos primos y tíos del lejano Este ha sido una de las grandes experiencias de su vida. Y de esa experiencia sacó un libro, La memoria del árbol.

Es el nuevo rector, además, un gran filatélico. Su colección temática, 'La conquista del horizonte' sobre la vida de Cristóbal Colón y el descubrimiento de América, que inició con 17 años y aún continúa, reúne sellos y documentos prefilatélicos de gran valor, y ha sido expuesta en prestigiosas muestras por todo el mundo. La última vez, en el Salón Internacional de Mónaco, a la que sólo van las grandes colecciones de todo el mundo a invitación del príncipe Alberto.

"La colección ha viajado más que yo" acostumbra a decir, lo que probablemente no sea del todo cierto si tenemos en cuenta que la viajera es otra de las grandes pasiones, y también obligaciones por su trabajo, de Piniella, autor de un seguidísimo blog de viajes, 'El lobo bobo'. 

Aunque sus grandes, grandes, grandes pasiones las conoce él, y de ellas hemos hablado al principio.

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