José Celestino Mutis revive ahora que se acerca el bicentenario de La Pepa. Más admirado allende los mares que en su ciudad natal, ahora Cádiz, a través del Ayuntamiento, quiere adecentar la particular ruta del insigne hijo de la Tacita de Plata. Doscientos años después de su muerte, acaecida en Santa Fe de Bogotá, la casa donde vivió quiere lucir sus mejores galas. Los propietarios de la finca número 100 de la calle Sagasta, Agustín Rubiales y Antonio Rivas, están realizando arreglos en el interior, pero no tienen nada que ver con la efeméride. Son obras de mejora de servicios comunes tras sufrir el inmueble daños de escasa importancia por la farragosa obra de la finca adjunta. Teófila Martínez, la alcaldesa, expresó hace unos días su deseo de poner en valor todo cuanto tiene que ver en la ciudad con el célebre botánico, incluida la fachada de la citada casa. Se desconoce donde nació exactamente, aunque se especula con calles como San Fernando o Marqués de Cádiz.

Rivas ofrece al Consistorio el patio de la finca "para exponer láminas de Mutis o lo que crean conveniente". La casa donde habitó la figura eminente en la Ilustración de América, como reza en la placa de la fachada que necesita una limpieza, cuenta en su patio con un mosaico de la Divina Pastora, influencia de la cercanía de la iglesia del mismo nombre, y carece de las macetas típicas de las casas de vecinos. Un naturalista como Mutis las hubiera echado en falta.

El personaje da nombre a una calle en La Viña, a la espalda del antiguo colegio Valcárcel donde proliferan las pintadas (Playa nudista en la Alameda ¡ya!) y acerado y calzada necesitan un lavado de cara.

Un poco más allá, en el Parque Genovés, el busto de Mutis lleva en un jardín desde el bicentenario de su nacimiento, en 1732. "El primer ayuntamiento de la Segunda República" lo erigió el 6 de abril y añadió una inscripción latina de Linneo que traducida resulta "Nombre inmortal que nunca perecerá". Bajo la efigie lucen hoy piedras blancas y cactus. Al rostro pétreo del botánico no le vendría mal un adecentamiento que siguiera perpetuando la obra del escultor gaditano José Gargallo.

La ruta Mutis para en la fachada del colegio Carlos III donde el Ateneo colocó una placa en honor de uno de los gaditanos más reconocidos en América. El final del recorrido es el colegio público José Celestino Mutis, que conserva un buen aspecto exterior. Aún así, el Ayuntamiento quiere ayudar a que estos lugares relacionados con el también sacerdote y matemático cobren más lustre.

No se acaba en Cádiz la huella de Mutis en España. Un parque botánico en Huelva, un parque urbano y una residencia de estudiantes en Sevilla y un Instituto de Enseñanza Secundaria en Madrid llevan su nombre.