Cádiz

Una rotonda con mucha historia

  • La torre-faro de Puntales es una réplica a mayor tamaño de una escultura de Teresa Posada, inspirada en un dibujo hallado en la factoría de salazones del Teatro Andalucía

La réplica del Faro de Gades recién instalada en la rotonda de la confluencia de la avenida del Descubrimiento y la avenida de la Bahía, en la antesala del barrio de Puntales, tiene su historia. Para ser más exactos, sus historias. La primera de ellas nació cuando se hallaron en 1996 dibujos a carboncilla en las paredes del interior de una cisterna de la factoría de salazones descubierta en el solar del antiguo Teatro Andalucía.

Los dibujos encontrados se realizaron entre el siglo I y V después de Cristo, momento en el que fue abandonada la cisterna. Para uno de estos dibujos su autor probablemente se inspiró en el Faro de Gades, entonces ubicado en su entorno. El hallazgo fue considerado por los arqueólogos como excepcional como testimonio iconográfico de uno de los monumentos que más citaron los autores del medievo. El dibujo está expuesto en una de las salas del Museo Provincial de la plaza de Mina. Del Faro de Gades no se conoce su ubicación exacta, pero muchos investigadores creen que pudo encontrarse en el extremo de la isla de Kotinoussa, en la actual avanzada del Castillo de San Sebastián.

La segunda historia nos lleva a 2004. El dibujo sirvió de inspiración a la artista gaditana Teresa Posada para realizar una escultura alegórica con motivo de la IV Muestra de Cerámica 'Aire, fuego, mar'. "Lo hice en forma de zigurat (torre en forma de pirámide escalonada). La escultura tiene un sentido literario, puesto que está ilustrada por el artista gaditano José Manuel Medina Tamayo sobre un cuento suyo llamado 'El ladrón de lunas'", cuenta Posada. Fue la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, la que se quedó prendada de la obra y Posada decidió donarla a la ciudad. Se encuentra expuesta en el vestíbulo de la empresa Aguas de Cádiz desde que comenzó la instalación de su réplica en la rotonda. Del original de Posada nació la idea de la torre de seis metros que ya luce junto al paseo de la avenida de la Bahía. Un proyecto que en primer lugar iba a convertir el zigurat en una fuente y que finalmente cuenta con una luminaria que dará un efecto aproximado al fuego de una llama como el antiguo faro.

Teresa Posada comenta que esta escultura "pone el broche de oro a mi carrera. Ya jubilada, es un honor para mí que lo puedan disfrutar todos los gaditanos".

Según informaba el Ayuntamiento de Cádiz con motivo de la inauguración del faro fenicio, sobre una lámina de la base emerge una estructura formada por diez cubos irregulares superpuestos unos sobre otros, conformando una torre zigurat. Se ha construido con materiales cuyos lados vistos puedan ser revestidos de placas de material cerámico gres chamotado blanco, con vidriado transparente semimate. En cada una de las caras se serigrafía con óxido de cobalto y esmalte rojo los dibujos representados en la escultura. Sobre el penúltimo cubo se emplaza una luminaria, cuyo revestimiento y efecto se aproxima en la medida de lo posible al fuego de una llama, como el antiguo faro fenicio.

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