Cádiz está de moda. Los grandes medios internacionales llevan tiempo señalando este punto del sur de Europa como una joya que debe conocerse y disfrutarse. En esta ocasión ha sido el rotativo británico ‘The Guardian’ que ha hecho un reportaje sobre localidades junto al mar: seis grandes ciudades playeras de Europa. Además de Cádiz aparecen Toulon (Francia), Rovinj (Croacia), Cagliari (Italia), Volos (Grecia) y Ostende (Bélgica).

Es una ciudad sobre la que la autora, Liz Boulter, resalta todos sus encantos, pero también comenta con sorpresa que Cádiz “hace 15 años era una ciudad poco fiable, más conocida por las drogas y la prostitución que por las tapas y los hoteles. Las cosas han cambiado mucho” y destaca que el pujante turismo no ha llegado a desplazar la vida y las costumbres locales.

También aparecen ciudades como Cagliari, Ostende, Volos, Rovinj y Toulon

En el reportaje se entra haciendo mención a la vista de la ciudad a vista de pájaro, o mejor dicho, desde la Torre Tavira, una de tantas que se construyeron en el siglo XVIII, tal y como dice el reportaje, para divisar a los buques mercantes que llegaban al puerto.

Habla de su intensa luz que hace que reciba el nombre de la Tacita de Plata y resalta cómo se hace notar el mármol blanco de la Catedral (a la que llama de Santa Cruz) para que brille como una bola de discoteca.Dice que Cádiz es “un destino perfecto para quienes gustan del mar y de la arena, pero también para los que disfrutan del bullicio urbano”. Se refiere a La Caleta, “suficientemente encantadora” como para representar a La Habana en la película de James Bond y hace mención a la famosa escena de Halle Berry saliendo del agua con el bikini naranja.

Para hablar de playas pasa por alto la de Cortadura y de la de Santa María destaca el ambiente familiar que posee. Sobre La Victoria dice que es la más preferida por los jóvenes y algunos de los servicios que tiene como el cine al aire libre, los chiringuitos, los hidropedales y otras cosas,

De la ciudad afirma que hay que visitar el teatro romano, las catacumbas del beaterio y las fortalezas de Santa Catalina y San Sebastián, a pesar de que esta última está cerrada. Y también que merece la pena ver el mar desde los parques y las plazas públicas.

Para comer, la Tapería Columela, La Gorda te da de comer y el Balandro y para alojarse no hay hotel que valga, tira de apartamentos turísticos. Dentro de este apartado dice que Cádiz no tiene un barrio gay pero la persona que hizo de guía le llevó a su rincón gay, que está en La Gorda te da de Comer, en el que destaca su decoración de color púrpura.