Reencuentros en Cajasol

La meditación como punto de equilibrio

  • Javier y Quina Martínez de Salazar resaltan en una conferencia los beneficios que trae consigo esta actividad desde un punto de vista científico y también desde el personal

Quina y Javier Martínez de Salazar, durante la conferencia realizada en la sede de la Fundación Cajasol.

Quina y Javier Martínez de Salazar, durante la conferencia realizada en la sede de la Fundación Cajasol. / Lourdes de Vicente

Estrés, ansiedad frente a meditación y concentración. Pensamientos negativos que desaparecen para pasar a ser positivos. Los segundos se imponen a los primeros a base de ir educando a la mente. Javier Martínez de Salazar, profesor de Investigación en el Centro Superior de Investigaciones Científicas y licenciado en Física y Psicología, ha participado este viernes en el ciclo ‘Reencuentros’, que organiza la Fundación Cajasol en su sede de la plaza de San Antonio, donde ha dado la charla ‘La práctica de la meditación. Un enfoque desde la neuropsicología ante un testimonio vital’.

Y es que ese testimonio, esa experiencia práctica procedía de su hermana Quina Martínez de Salazar, una mujer que lleva practicando el yoga y la meditación desde hace 40 años y que quería que esos beneficios prácticos que ha tenido en su persona fueran objeto de una charla con una base científica.

La conferencia se desarrolló a través de un diálogo o. más bien, de una entrevista de Quina hacia su hermano Javier, por lo que se pudo hacer un recorrido por todo lo concerniente a la meditación y sus beneficios, en el que hubo también una parada importante en el estrés, uno de los elementos que más pueden alterar nuestro equilibrio y que, en cierta medida, puede ser domado por esta práctica.

¿Qué es la meditación? Javier Martínez de Salazar señaló que este término se refiere “a una amplia variedad de prácticas que incluyen técnicas diseñadas para promover la relajación, desarrollar energía interna o fuerza vital y desarrollar compasión, amor, paciencia, generosidad y perdón”. Entre los rasgos que caracterizan la meditación están, entre otros, “un estado de concentración sobre la realidad del momento presente” o “un estado de experiencia en que notamos que la mente se libera de sus propios pensamientos”.

En la charla también salió a escena el término mindfulness, también llamado atención plena, que el conferenciante explicó que “es estar atento de manera intencional a lo que hacemos , sin juzgar, apegarse o rechazar en alguna forma la experiencia”.

Una de las preguntas que hizo Quina Martínez de Salazar a su hermano es si era lo mismo meditar que rezar: “La meditación toma diferentes significados en diferentes contextos ya que esta se ha practicado desde la antigüedad como un componente de numerosas religiones y creencias, pero la meditación no constituye una religión en sí misma sino que implica un esfuerzo interno para autorregular la mente de alguna forma”.

A continuación es cuando el conferenciante incluyó el concepto del estrés, un término que fue introducido en 1936 como “conjuntos de reacciones expresadas por un organismo en respuesta a una demanda o presión”. El estrés tiene tres etapas que son la fase de alarma, la de resistencia y la de agotamiento.

Para combatir el estrés, uno de los objetivos de los ejercicios de meditación e incluso de algunas formas de yoga es el control de la respiración para inducir un estado de calma y de concentración”. Esta práctica, por ello, trae múltiples beneficios porque induce una sensación general de bienestar mientras reduce la ansiedad y mejora el sueño, “además de que ayuda a conocerse mejor y encontrar la paz interior, aumenta la tolerancia al dolor y favorece el pensamiento positivo y optimista”.

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