Calor. Mucha calor. Lo tardío del calendario litúrgico ha llevado este año a celebrar la fiesta del Corpus entrados en la segunda quincena de junio, a tres días de inaugurar el verano; y eso se ha dejardo notar en las temperaturas  a lo largo de la mañana. Con esta previsión en los cielos se presenta el que será recordado como el Corpus de la recuperación. Del regreso de los santos patronos Servando y Germán al cortejo eucarístico. No serán las tallas de valor incalculable de La Roldana a las que se rinde culto en la Catedral; pero los dos mártires vuelven a la procesión después de 23 años sin salir, desfilando en dos parihuelas cedidas por la cofradía del Nazareno.

Esta presencia de los Patronos ha sido, con diferencia, la noticia más destacada de hoy. La principal novedad de una procesión en la que ha estado representada la Iglesia gaditana al completo y que ha sacado a la calle una de las principales joyas patrimoniales que tiene la ciudad: el espectacular paso de plata creado para albergar el Santísimo. Todo ello con la presencia, como siempre, de la Virgen del Rosario, a la espera de lucir en la calle la recientemente concedida Medalla de Oro de la ciudad.

A las ocho y media de la mañana se inauguró el día de Corpus con el traslado del Señor de la Sagrada Cena al altar exornado por la cofradía en la calle Nueva. La imagen de González Rey recupera este año el paso que en su día hizo la corporación precisamente para estas salidas en Corpus, con respiraderos y caídas de tela. Iba alumbrado por los faroles del paso de misterio, discurriendo por Compás de Santo Domingo, Sopranis, Plaza de San Juan de Dios y Nueva.

Una hora después, a las nueve y media, comienó el grueso de la festividad. En el interior de la Catedral se inició el pontifical de Corpus que presidirá el obispo, Rafael Zornoza; y a esa misma hora en el interior de la iglesia de Santiago se celebró la misa los niños y niñas de Primera Comunión que luego participaron luego en la procesión. En el exterior de la plaza de la Catedral, la banda de música de Nuestra Señora de Palomares, de Trebujena, recorrió interpretando su música el itinerario de la procesión.

A las diez en punto de la mañana empezó a salir el cortejo, cuyo grueso -que son las hermandades gaditanas- formó en el patio del Seminario Diocesano, incorporándose por tanto en la calle Santiago. El cortejo siguió luego por el itinerario más repetido en los últimos años: Candelaria, Cardenal Zapata, San Agustín, San Francisco, Nueva, San Juan de Dios, Pelota y Catedral.

A lo largo del recorrido estaba previsto media docena de altares instalados por otras tantas hermandades; Medinaceli en Candelaria, Madre del Buen Pastor y Humildad en San Agustín, Cena y Cigarreras en Nueva, y Santa Caridad en San Juan de Dios. Además de estos altares, el Ayuntamiento ha mantenido la colocación de gallardetes en la plaza de la Catedral, de exornos en calles como Nueva o Pelota, de los toldos (otro estreno de este año) en el centro de la plaza de San Juan de Dios, o de la alfombra de romero y tomillo que únicamente se dispondrá bajo esos toldos de San Juan de Dios.

Unas dos horas de duración es lo que estaba previsto que empleara la procesión eucarística en cubrir el recorrido. Pasadas las doce del mediodía, por tanto, estará entrando la Custodia de nuevo en la Catedral, procediendo entonces el obispo a dar la bendición que pone fin a la fiesta 'oficial'.

Será entonces cuando se inicien los distintos traslados de imágenes de regreso a sus templos. En primer lugar el Señor de La Cena, que tomará el mismo itinerario que por la mañana para llegar a Santo Domingo; y desde el interior de la Catedral saldrán nuevamente las dos parihuelas de los Patronos, que irán junto a la Virgen del Rosario hasta la plaza de San Juan de Dios, dirigiéndose entonces los dos santos a Santa Cruz y la Patrona al santuario dominico, siempre con los sones de Maestro Dueñas tras el paso.

Ya por la tarde, la Madre del Buen Pastor será trasladada en su parihuela a su sede canónica de la calle Trille, marchando tras la imagen la camerata de la agrupación musical Polillas y poniendo fin a una jornada de Corpus que con la vuelta de los Patronos recupera parte del esplendor perdido en los noventa.