La alcaldía o la concejalía apartarán del Carnaval en activo a quien fue un jovencito comparsista bien mirado entre las aficionadas, en aquellos tiempos en los que Kichi lucía una larga y rizada melena y formaba parte de un grupo que cantaba entre susurros y disputaba premios a Martínez Ares o Antonio Martín con recordadas comparsas como 'La botica', 'El cielo de Cádiz', 'Los musiquita' o 'Los del año catapum', con la que ganaron en el año 2000. Siempre en la 'punta jurao' (teniendo en cuenta la anterior ubicación del jurado en el Falla), su historial carnavalesco lo pasó junto a dos autores: Tino Tovar y Jesús Bienvenido. Éste último, con quien ha salido este año en 'Los imprescindibles', dice que "siempre fue cumplidor y responsable, con buen rollo y espíritu positivo. Le gusta mucho el Carnaval y echar un rato, que es para lo que siempre hemos salido". Como cantante tiene "muchas facultades y modula muy bien". Kichi, según Bienvenido, "siempre tuvo muchas inquietudes musicales y arte para cantar otros tipos de músicas. Perteneció a un grupo de rock estando trabajando fuera".

Uno de sus grandes amigos y compañeros desde niño es David Palomar. El cantaor evoca a un Kichi "que estaba sembrao, metiíto en carnes. Le gustaba el rap. Había muy buen rollo y nos pasábamos el día cantando". Eran tiempos, a principios de los 90, en los que Palomar y Bienvenido abrieron camino saliendo en una chirigota infantil llamada 'Buscando un tipo desesperadamente'. "Luego coincidimos con Kichi, los hermanos Obregón y Octavio en La Pastora, en catequesis. Tino Tovar les hizo una prueba para 'Esta chirigota va a traer cola' y ahí empezamos a salir juntos", explica Palomar. El cantaor echa la vista atrás y se ve con Kichi en catequesis de comunión y de confirmación. "Él y yo llegamos a ser monitores y al grupo de catequesis le pusimos 'Ticua', que creo que era algo tribal africano. También estuvimos en las JOC, en Tartessos. Pasamos de ser muy creyentes a desengañarnos. Ahí llevamos caminos parecidos", destaca. Dice que el alcaldable de Por Cádiz sí se Puede "siempre tuvo una voz muy especial, quebrada, no limpia, pero con mucho gusto. Y afinaba bien".

El espíritu reivindicativo siempre lo tuvo presente. "Desde pequeño. A Tino Tovar le pedíamos letras más cañeras y él era de los que más insistían", apunta Palomar. Lo corrobora Bienvenido: "Su implicación social viene de lejos. Siempre hemos tenido una manera de pensar bastante común en la comparsa. Kichi siempre participa en los debates de la elección de los temas que podemos escribir, junto a otros de los antiguos del grupo". Aun así, de ser un hombre socialmente comprometido a convertirse en alcalde es un destino que sus compañeros de coplas jamás podrían vislumbrar. "No nos lo imaginábamos en la política, pero dese niño fue defensor de las causas perdidas", concluye Bienvenido.