Aún queda agua por caer pero lo peor parece que ya ha pasado. Con la tormenta Emma camino al fin de las islas británicas, la provincia de Cádiz aprovechó la jornada de ayer para lamerse las heridas, para empezar a limpiar toda la porquería que ha traído el Atlántico y para hacer recuento de los daños ocasionados tras dos días de temporal. Y esa tarea se multiplicó en los municipios costeros donde el fuerte viento y las grandes mareas devoraron entre el jueves y el viernes gran parte del litoral. Y todo ello en una jornada con fuertes precipitaciones que conllevaron nuevas inundaciones, que se suspendieran las clases en ocho ciudades -las siete de la comarca del Campo de Gibraltar además de Vejer- y que se desbordaran varios ríos y arroyos, aunque en ningún caso hubo que lamentar daños personales.

En la Bahía de Cádiz la peor parte se la ha llevado El Puerto, aunque San Fernando no se ha quedado lejos. En el municipio portuense la jornada de ayer se elevaba el número de los daños registrados en las zonas de playas, sobre todo en la Costa Oeste. También se registraban diversos accidentes de circulación, algunos de ellos en el centro de la ciudad, a causa, sobre todo, del viento.

Por la mañana el acceso a la playa de La Calita amanecía desprendido y la playa de Fuentebravía era quizás la más perjudicada por el fuerte oleaje. Pasadas las tres de la tarde, con la pleamar, se vivían momentos de tensión al coincidir la marea alta con una intensa lluvia, llegando el río Guadalete a presentar una altura llamativa, aunque no llegó a desbordarse.

El nuevo teniente de alcalde delegado de Playas de El Puerto, José Luis Bueno, destacaba ayer los "importantes daños y pérdidas en infraestructuras" en playas como las de Santa Catalina, El Buzo, Las Redes y Fuentebravía. En la zona de la Muralla los fenómenos costeros han causado también daños materiales en el paseo marítimo que va desde La Calita, y en el Pueblo Marinero de Puerto Sherry el oleaje ha alcanzado alturas considerables rompiendo muros y enseres de los comercios.

En San Fernando el temporal se ha dejado notar en la playa de Camposoto, que ayer presentaba un aspecto desolador, con las pasarelas de acceso destrozadas por el empuje de la marea y semienterradas en la arena.

Cerca de la playa, en la zona residencial más cercana a la costa -la barriada de La Almadraba- el Ayuntamiento isleño llevó a cabo también una acción preventiva ante las previsiones de lluvia y la crecida del nivel del mar. Durante la tarde y la noche del jueves se actuó a lo largo de toda la trasera de esta línea de viviendas, en la avenida Buen Pastor, para levantar un 'muro provisional a lo largo de todas las salinas colindantes con 35.000 kilos de zahorra compactada, grava y chinos.

Ayer aún se mantenían cerrados como medida de prevención todos los parques municipales, mientras que en la playa de la Casería, desde el restaurante El Bartolo, que en la jornada del jueves se vio afectado por la subida del nivel del mar, se restaba importancia a lo acontecido a pesar de haber visto los efectos del temporal en primera persona. "Esto nos pasa tres o cuatro veces al año. El agua entra, y tal y como entra se va", advertía uno de los encargados al referirse a lo sucedido. Los daños ocasionados en el local por el temporal -explicaba- se limitaron a la rotura de una ventana, que ya ha sido repuesta.

Los datos registrados por el Observatorio de Marina llegaron a anotar en San Fernando rachas de viento de hasta 72,4 kilómetros por hora y unos 33,5 litros por metro cuadrado de lluvia acumulada durante las últimas 24 horas.

En Chiclana, al igual que en la jornada del jueves, las principales incidencias se registraron con la pleamar, pasadas las tres de la tarde, aunque no hubo daños graves. De esta forma, la lluvia provocó diversas anegaciones de caminos y viales, especialmente en el extrarradio, mientras que en la playa la marea volvió a llegar al paseo marítimo en la segunda pista, junto al puesto central de la Cruz Roja en la segunda pista. Y en Sancti Petri el mar volvió a inundar parte de las calles cercanas a la zona del club de windsurf.

En Puerto Real se han producido daños en el pavimento del paseo marítimo de la barriada Río San Pedro , aunque también hubo incidencias en el Hospital. Los principales problemas se dieron en el edifico antiguo, donde reaparecieron las filtraciones goteras de antaño, desprendiéndose los falsos techos de los aseos.

En La Janda, al igual que en el resto de la provincia, los ayuntamientos comienzan a cuantificar los daños para reclamar posteriores ayudas a las administraciones. Y los mayores destrozos, cómo no, se localizaron en las playas.

En el caso de Barbate han desaparecido todas las pasarelas de acceso que estaban instaladas desde Zahara de los Atunes hasta Los Caños de Meca. Una de las zonas más afectadas ha sido el paseo marítimo de Barbate donde las olas han llegado a los aparcamientos y hasta dos y tres calles anteriores, inundando locales, garajes y patios y originando un socavón que ha dejado al aire una conducción de agua soterrada. Además, el río Cachón se desbordó en Zahara y el río Barbate hizo lo propio inundando la carretera hacia la pedanía zahareña.

En Conil, el embate del mar se ha llevado gran cantidad de arena de La Fontanilla, Los Bateles y la Fuente del Gallo, donde han desaparecido la mayoría de las pasarelas y algunos equipamiento ya instalados como las duchas, que con ayuda de unos camiones grúas han podido ser rescatadas. También se han visto dañadas conducciones de agua y de corriente eléctrica, además del puente que atraviesa el río Salado a la altura de la playa de Los Bateles.

Y en Vejer la peor parte se la ha llevado la playa de El Palmar, donde la arena ha desaparecido por completo en zonas como La Torre, dejando las piedras al exterior, lo que imposibilita el acceso a pie.

En lo referente a la Costa Noroeste, los daños también son cuantiosos, aunque la peor parte parece habérsela llevado Rota. Allí han desaparecido los miradores y accesos a las playas que se habían colocado para la Semana Santa y ayer no había ni un acceso de madera disponible en toda la costa roteña. El Ayuntamiento mantuvo cerrados los accesos del litoral por seguridad.

En Chipiona, el Consistorio comenzó ayer a elaborar un primer informe sobre los daños del temporal en la localidad, donde el mal tiempo ha destrozado los accesos a la playa de Punta Montijo.

En Sanlúcar, las lluvias y el fuerte viento obligaron al colegio Albaicín a cerrar el gimnasio y salón de actos por la rotura de una claraboya el pasado jueves, mientras que se retiró una valla publicitaria en el acceso del municipio por la carretera de El Puerto.

En la Sierra, la lluvia dejó en pocas horas hasta 172 litros por metro cuadrado en la localidad de Grazalema. Y es que esta población serrana se lleva esta semana la palma en cuanto a precipitaciones, situándose a la cabeza de Andalucía con 370 litros acumulados.

Pero la lluvia dejó también numerosas estampas de arroyos y ríos desbordados por la fuerza del temporal, causando inundaciones en casas e inmuebles. Por ejemplo, la fuerza del viento ocasionó la caída de un árbol de grandes dimensiones que ocupaba toda la vía en la carretera que une Grazalema con El Bosque, que estuvo cortada un tiempo por la mañana hasta que los operarios lo retiraron. Además, una parte de la población de Grazalema se quedó sin luz durante horas por el incendio que se produjo en un centro de transformación, situado en la plaza de los Asomaderos.

En Arcos, la zona de El Santiscal volvió a sufrir problemas de inundaciones. Además, se derrumbó un muro de un solar.

El segundo día del temporal dejó un rastro de playas anegadas, ríos desbordados y colegios vacíos en el Campo de Gibraltar. Al cierre de esta edición San Martín del Tesorillo (Jimena) tenía cortadas dos de sus tres carreteras por la crecida del río Guadiaro. En este municipio también tuvieron que ser desalojadas cinco viviendas de un diseminado.También en Los Barrios hubo que cortar de forma preventiva la carretera vieja a Algeciras (CA-9209) por la crecida del arroyo Botafuegos. Retirada de chapas y carteles fueron comunes a todos los municipios, mientras en Algeciras se registraba la caída de una torreta eléctrica.

La cara este del peñón de Gibraltar también sufrió desprendimientos de rocas debido al fuerte temporal. Y en Jerez los bomberos tuvieron que atender una veintena de avisos provocados, en su mayoría, por lluvia.