Cádiz

La pequeña Edurne ya está en el hospital Virgen del Rocío

  • La niña de dos meses y medio sufre una grave afección respiratoria y será examinada en Sevilla por un especialista

Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, donde examinarán y tratarán a Edurne.

Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, donde examinarán y tratarán a Edurne. / grupo joly

Después de varias semanas de desesperación y de denunciar públicamente el caso, a Rosa María Álvarez González se le enciende una luz de esperanza. Su hija Edurne, de dos meses y medio de edad, fue trasladada por fin ayer por la tarde desde el hospital Puerta del Mar de Cádiz al Virgen del Rocío de Sevilla, donde un especialista la examinará de la grave afección respiratoria que padece.

La pequeña se asfixia como resultado -parece ser- de una complicación rara surgida a raíz de la intubación a la que tuvo que ser sometida a causa de una bronquiolitis. En Sevilla, un especialista determinará exactamente por qué no puede respirar bien. El traslado de Edurne estaba previsto que se efectuase entre las 15:00 y las 16:00 horas de la tarde de ayer, pero no se produjo hasta pasadas las 18:30 horas, según confirmó a este periódico su madre, rumbo a Sevilla a bordo de una ambulancia.

Como ya adelantó Diario de Cádiz, Edurne cumplió dos meses el pasado 14 de febrero. Ingresó en el Puerta del Mar el 12 de enero por una bronquiolitis y a los dos días fue trasladada a la UCI Pediátrica porque se asfixiaba. Allí le pusieron primero unas gafas nasales y luego una máscara de oxígeno de alto flujo, pero era insuficiente y tuvieron que intubarla porque no podía respirar por ella misma. Estuvo intubada y sedada durante 12 días.

A los tres días de la extubación, subieron a la niña a la planta de Pediatría, donde permaneció una semana. Su madre la veía cada vez peor. "Los médicos lo achacaban al síndrome de abstinencia, por la medicación de metadona y tranxilium que le dieron para la sedación. Entonces, empezaron a administrarle metadona todos los días durante una semana", relató Rosa María a este periódico. Pero, según esta joven, deberían haberle dado esta medicación antes. Ella seguía viendo a su hija cada vez peor y "después de insistir a los médicos, diciéndoles que a la niña le costaba muchísimo respirar e iba a peor, el sábado 10 de febrero avisaron al intensivista que estaba de guardia para que viniera a ver a mi hija". Tras examinar a Edurne, el intensivista le dijo a la madre que la iban a bajar a la UCI "pero que lo hacían por nuestra tranquilidad, porque no tenía criterios de UCI, que es lo mismo que nos dijeron la primera vez", afirmaba Rosa María.

En la UCI le aseguraron que la niña no corría peligro, que parecía que tenía una laringitis y que iban a ponerle un tratamiento de corticoides para ver si mejoraba. Pero pasaban los días y la niña seguía igual. El 12 de febrero le hicieron una fibroscopia, tras la cual, los médicos le comunicaron a los padres que no tenían claro lo que le ocurría a la pequeña, que debía verla el doctor Matute del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla "esa misma tarde o al día siguiente porque puede ser que tenga un estrechamiento de la laringe, que, según nos informaron, es una complicación rara de la intubación. Nos dijeron que tenían que trasladarla urgentemente porque podía cerrarse la laringe y asfixiarse". Así, el hospital pidió un "traslado preferente urgente" de la niña, pero no pudo realizarse porque no había camas en la UCI del Virgen del Rocío para ella y el doctor Matute no podía atenderla, según dijeron a la familia. Desde entonces se estuvo retrasando el traslado hasta ayer, que por fin Edurne fue llevada al hospital Sevillano para poder ser examinada allí.

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