La ingesta de alcohol y sustancias estupefacientes está detrás de los altercados que se producen en el botellódromo y en la Punta de San Felipe los fines de semana. No hay que hacer ningún estudio para llegar a esa conclusión. El problema es que entre jóvenes mayores de edad también hay menores que consumen sin ningún control.

Un chico de 16 años aseguró a este periodista que para conseguir el alcohol no tiene que hacer nada extraordinario ni servirse de un mayor. Basta con acercarse a casi cualquier tienda de alimentación de las que están abiertas casi hasta la medianoche , para hacerse con el llamado lote, consistente en la botella alcohólica, el refresco y la bolsa de hielo. En ningún caso se ha encontrado problemas a la hora de que se lo vendan ni después en la calle cuando lo transportan al botellódromo.

Sin embargo, fuentes policiales aseguran que sí se hacen controles en la Punta San Felipe y en el caso de que haya menores bebiendo, estos deben ser denunciados, trasladados a las dependencias policiales y los padres tienen que ir a recogerlos. Asimismo, se envían las diligencias a la Fiscalía. Si son menores de 14 años puede abrirse una denuncia contra los padres por desamparo.

A la cantidad de alcohol que se bebe ahora hay que unirle un fenómeno que viene a multiplicar la exhibición pública que se hace de los llamados atracones en los botellones. El "y yo más" se convierte en un espectáculo que corre como la pólvora a través de las redes sociales, donde se llegan a hacer competiciones.

También a través de ellas tienen acceso a las nuevas técnicas que se van poniendo de moda. Las trabajadoras de Arca aseguran que ahora se están importando métodos de bebida anglosajones que llegan de manera casi inmediata.

Ahora lo que se busca es que el alcohol suba más rápido y sin dejar huella en el aliento pero tiene efectos muy adversos en ojos, genitales o en los pulmones.

Por ejemplo el eyeballing consiste básicamente en beber por los ojos, por la cornea. ¿Sus efectos? Irritaciones de los ojos, conjuntivitis y si se pone la botella directamente sobre el ojo, la ceguera.

En las chicas está el 'tampodka', consistente en empapar un tampón con la bebida e introducirlo en la vagina, lo que le puede acarrear graves infecciones. El otro es la inhalación del alcohol a través de instrumentos. Todos ellos tienen como destino no pasar por el hígado para reducir el alcohol en sangre pero las técnicas son incluso hasta más peligrosas para el organismo y tienen el mismo efecto devastador sobre el cerebro.