La peculiar obra en Cádiz que ha tardado 20 años en ponerse en marcha

La ciudad de Cádiz siempre ha hablado, al referirse de proyectos pendientes para su desarrollo, de operaciones de gran calado y muy costosas, como el Hospital Regional, la Ciudad de la Justicia, el Plan Plaza de Sevilla o el complejo de los Depósitos de Tabaco. Actuaciones que necesitan, primero, de un acuerdo político, después de la oportuna financiación y, por último, de la agilidad de la burocracia administrativa.

Todos estos proyectos, en mayor o menor medida, siguen en lista de espera y forman parte ya de nuestra vida. Muchos gaditanos nacieron cuando se habló por primera vez de ellas y algunos ya han tenido a sus primeros hijos.

Pero en este listado de temas pendientes hay una obra que siempre ha pasado desapercibida, o se ha integrado en una operación de mayor calado diluyendo de esta forma el incumplimiento del calendario para su desarrollo. No es, evidentemente, un proyecto esencial para nuestra vida como ciudad, pero sí evidencia que hay cuestiones de la gestión pública que no se ejecutan como se debiera, afectando con ello a nuestra imagen.

En este caso hablamos del amplio tramo del acerado de la Avenida que va paralelo al solar donde en su día se levantaron Radio Juventud y la sede del Gobierno Civil (hoy, Subdelegación). Una vía muy transitada, estrecha y por ello complicada de cruzar que se ha ido deteriorando con el paso de los años, a lo que tampoco ha ayudado la presencia de una parada del autobús urbano, igualmente en mal estado.

Ahora el Ayuntamiento de Bruno García ha iniciado la reforma de este viario. Se ha levantado toda la zona en la que es la primera actuación de un ambicioso plan de arreglo de aceras y alcorques que están en mal estado en la ciudad. En global, una inversión de algo más de un millón de euros.

Pendiente quedan proyectos de importante calado en cuanto al mantenimiento de plazas en la ciudad, donde sí se realizan actuaciones puntuales, aunque casos como San Juan de Dios o Catedral sí reclaman una actuación global.

¿Y por qué es peculiar la obra en este tramo de la Avenida?

En 1999, el Ayuntamiento de Teófila Martínez inició un plan de arreglo de toda la Avenida, desde la entonces glorieta de Ingeniero la Cierva (hoy Ana Orantes) hasta el frente de la Puerta de Tierra, con el objetivo de concluirlo en 2002. La operación se financiaba con fondos de la Diputación Provincial, con aportaciones municipales y, en una fase, con dinero de una empresa de telecomunicaciones. Las obras se iniciaron a lo largo de los meses mediante varias fases. En el diseño de esta actuación se incluyeron los grandes parterres (al estilo de los existentes en Canalejas), que a la larga resultaron un fiasco.

La última fase de este proyecto iba del edificio de Sindicatos a la muralla de la Puerta de Tierra. Sin embargo, el Ayuntamiento optó por no actuar en la acera de la Subdelegación pues el Estado tenía pendiente la construcción de un gran complejo administrativo en este solar, por lo que su construcción iba a afectar a todo el entorno, y la propia acera. Era absurdo arreglar algo que iba a dañarse con estos trabajos.

Pero este edificio de oficinas nunca se ejecutó. Aún hoy se está a la espera de las obras. Y la acera siguió deteriorándose (solo se arregló en la etapa de José María González, la zona que se había levantado por el crecimiento de las raíces de unos de los árboles de la zona). Hasta hoy, cuando veinte años después de plantearse su arreglo ya comienzan las obras de reforma integral, aunque la sede de la Subdelegación esté aún en lista de espera.