“Cádiz, la mejor playa del sur”. Esa frase, que durante muchos años fue en cierto modo una realidad, lucía en un enorme cartel a la entrada de Cádiz en la década de los 60 y 70. Hoy, medio siglo después, esa misma frase no tiene cabida, ni de lejos, en la capital gaditana.

Cabe aclarar que aquel concepto de “la mejor playa del sur” se regía principalmente por los servicios que ofrecía, aspecto en el que ninguna otra playa andaluza podía competir por entonces. Evidentemente, muchos de estos servicios no tendrían cabida ni justificación hoy en día, como las casetas de uso privado. Sin embargo, Cádiz podía presumir entonces de ofrecer en la playa Victoria mucho más de lo que sería lógico para la época.

Hoy, una vez finalizado el verano 2023, puede afirmarse que la playa Victoria está en las antípodas de aquella época, habiéndose situado entre los peores arenales urbanos de la provincia en cuanto a equipamientos y cuidados se refiere, especialmente en este último apartado

El escaso interés del anterior equipo de gobierno liderado por José María González ‘Kichi’ ha acabado dando la cara y pasando factura en esta recta final del verano, lo que ha motivado críticas de todo tipo por parte de los usuarios.

El primer error del anterior equipo de gobierno, por las consecuencias que ha tenido, fue su rotunda negativa a utilizar maquinaria para la limpieza de la arena y para la retirada de piedras. El resultado ha quedado a la vista y se ha hecho aún más patente en los últimos días. Transitar por la orilla llegó a hacerse imposible, generando decenas de denuncias por parte de los usuarios hasta que el nuevo equipo de gobierno ha tenido que optar por la retirada de piedras pese a no estar contemplada esta tarea en el plan de playas, aún vigente, que elaboró el gobierno municipal de ‘Kichi’.

La escasa limpieza, limitada a medios manuales, y el nulo volteado de arena han motivado también que cada vez se hayan acumulado más colillas que nunca en la arena. En este caso, no obstante, la responsabilidad debe ser compartida también por las incívicas actitudes de muchos fumadores, que depositan las colillas en la arena.

Otro de los problemas crónicos de la playa Victoria, y que se ha agravado en los últimos años, es el estado de la arena. Antes de que se produjeran los últimos aportes de arena se veía perfectamente la orilla desde el paseo marítimo tanto en marea alta como baja. Es decir, había un nivelado lógico y natural.

Los sucesivos aportes de arena se han ido acumulando de tal forma que se ha creado un enorme desnivel, que cada vez se hace más peligroso, sin que haya existido el más mínimo interés por nivelar la arena, independientemente de quién tenga las competencias en esta materia, si Costas o el Ayuntamiento.

Sólo hay que observar que muchos de los accesos desde el paseo marítimo, en las zonas cercanas a Isecotel, Reina Victoria y calle Brasil, están ya casi a nivel, cuando hace sólo unos años había varios escalones de bajada, hoy enterrados en la arena.

La acumulación de arena junto al Paseo es tal que ha hecho desaparecer los escalones en algunos tramos. No es necesario nuevos aportes de arena, sino redistribuirla bien

En este sentido, y aunque hay quien exige nuevos aportes de arena por la aparición de piedras, lo cierto es que bastaría con una redistribución correcta de la ingente cantidad de arena que hay. El hecho de que los edificios sirvan de pantalla al viento de Levante impide que la arena vuelva a la orilla. El Poniente, en cambio, cada vez la acumula más junto al paseo marítimo.

Este año, ese desnivel ha llegado a tal punto que el oleaje ha sido más fuerte que nunca cerca de la orilla. Y esa inusual fuerza del agua en su tramo final es la que ha destapado tantas piedras. En este sentido, la playa Victoria ha recordado en cierto modo a algunas playas del Mediterráneo, donde las olas rompen en la misma orilla por el fuerte desnivel.

Aunque por otros motivos, la zona próxima a la escalera de Caracol también presenta un aspecto deplorable, impropia de una playa urbana, mientras Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Cádiz se pasaban la pelota de un lado a otro sin actuar.

La falta de interés por la playa durante estos últimos años también se ha dejado notar en otros muchos aspectos. Así, por ejemplo, se ha optado por la “ley del mínimo esfuerzo” a la hora de colocar las pasarelas de acceso. Su longitud ha ido mermando cada año y este verano han quedado más lejos que nunca de la orilla, aspecto que han criticado personas con movilidad reducida y aquellas que llegaban con carros de bebé. Su escasa anchura, además, también dificulta la entrada en muchos casos. Muchas playas de la provincia han optado por colocar doble pasarela en los accesos para ganar anchura.

La habitual pasarela bajo el Hotel Playa para darle continuidad al paseo no se ha instalado este verano, dejando a la vista restos de hormigón

Este año, ni tan siquiera, se han llegado a colocar las habituales pasarelas a los pies del Hotel playa, que daban continuidad al paseo marítimo. A cambio, se han dejado a la vista incluso restos de hormigón, donde ya asoman hasta algunas plantas.

En el acceso a los chiringuitos, las pasarelas presentan unos desniveles tremendos y la arena se amontona alrededor de ellos. Unos dicen que no pueden tocar esa arena y otros que no les corresponde a ellos hacerlo. Al final, la imagen de la playa es la que sale perjudicada.

Los accesos a los chiringuitos deja mucho que desear

Tampoco en materia de recogida de residuos se ha estado acertado. A mitad de verano, bañistas de Santa María del Mar denunciaron el insuficiente número de contenedores. En la playa Victoria, este problema se ha repetido asiduamente con los escasos contenedores de reciclaje, que antes de las tres de la tarde ya aparecían completamente llenos.

De igual forma, el nuevo sistema para enjuagarse los pies no ha dado el resultado esperado. El agua se acumula en demasía porque no tiene escapatoria, dejando una imagen antihigiénica.

Los lavapies acumulan agua, dejando una imagen antihigiénica

También llama poderosamente la atención los escasos equipamientos con que cuenta la playa Victoria pese a ser de las más concurridas de la provincia. Su gran extensión permitiría la instalación de más módulos desmontables de servicios, además de más espacios habilitados para personas con movilidad reducida, al estilo de los que se han creado en la playa de Camposoto, en San Fernando. Por ejemplo, hay un módulo de servicios en Europlaya y el siguiente más cercano está en Isecotel, a casi un kilómetro de distancia.

Este tipo de módulos temporales también podrían servir para las zonas deportivas. En las proximidades de Los Delfines se dio un pequeño paso en este sentido, a todas luces insuficientes, con un pequeño módulo para guardar las redes de Voley Playa. Faltaría dotarlo de algunos complementos e incluso de algunas taquillas. Precisamente, en Santa María del Mar los surfistas llevan años reclamando la instalación de taquillas, al estilo de lo que sucede en muchas playas españolas. Hoy en día, se ven obligados a dejar sus pertenencias en la arena sin vigilancia alguna mientras están en el agua.

Los equipamientos siguen siendo escasos teniendo en cuenta la enorme asistencia de personas

Y hablando de deportes, extraña que la playa Victoria no cuente con ninguna zona en concesión para actividades náuticas, como sí sucede por ejemplo, en El Puerto o Chiclana.

Independientemente de todo lo anterior, la playa Victoria tiene un enorme potencial para ser aprovechada, de forma sostenible, durante todo el año. Cádiz rara vez ha sabido sacar provecho de sus arenales fuera de la temporada estival o a nivel nocturno y puede hacerlo.

Con el cambio de gobierno municipal se abre una nueva etapa. Por ello, el futuro Plan de Playas debería replantearse en toda su extensión, no sólo para mejorar los deficientes servicios y equipamientos existentes hoy en día, sino también para buscar un modelo de explotación sostenible que permita convertir la playa Victoria en ese lugar de expansión, esparcimiento y ocio que disfrutan otras ciudades por tener superficies y terrenos adecuados para ellos.

Preocupa el estado del paseo marítimo

El problema de la playa Victoria no está sólo en la arena, sino también en buena parte del paseo marítimo. El más preocupante, sin duda, es el que va desde el Hotel Playa a Cortadura. En muchas zonas, la balaustrada presenta un preocupante desplazamiento y el suelo está hundido en algunos tramos y separado de dicha balaustrada. La peatonalización de esta parte del paseo marítimo fue un auténtico parche y prueba de ello es que en algunos tramos hay hasta cinco tipos distintos de solería. Asimismo, se conservaron elementos que ya presentaban un pésimo estado, como el herraje ornamental y las farolas, cuya eficiencia energética choca con los ideales medioambientales que pregonaba el equipo de gobierno de ‘Kichi’.

La balaustrada está desplazada en algunos tramos, que también presentan hundimiento

Las claves

• LIMPIEZA

Demasiadas colillas y falta de volteado de arena

El hecho de no querer hacer uso de maquinaria de limpieza de la arena (todo se fió a la labor manual) ha propiciado que el estado de los arenales no sea el más aconsejable. Cada vez se observan más colillas en la arena. A nivel de recogida de residuos, faltan contenedores, especialmente los reservados para reciclaje.

• ARENA

Urge una redistribución y perfilado en toda la playa

Los temporales y el viento de Poniente han ido depositando cada vez más arena en la zona más próxima al paseo marítimo.Por ello, urge una redistribución de la arena en toda la playa para, entre otras cosas, acabar con el enorme desnivel que se forma cada año cerca de la orilla y que este verano se ha vuelto hasta peligroso.

• ACCESOS

Pasarelas escasas y escaleras que desaparecen

Personas con movilidad reducida han expresado este verano sus quejas por el hecho de que las pasarelas han quedado más lejos que nunca de la orilla.Su anchura también deja bastante que desear, comparada con algunas playas de la provincia. Por otro lado, gran parte de las escaleras cercanas al cementerio han desaparecido bajo la arena.

• EQUIPAMIENTOS

Muy escasos, deficientes y poco operativos

Duchas y lavapies antihigiénicos que acumulan agua al no contar con zona de evacuación, escasos módulos de servicios y poco operativos. Este es el balance que se puede hacer del actual nivel de equipamientos con que cuenta la playa Victoria en la actualidad y cuyas carencias, en algunos casos, se remontan a muchos años atrás.

• ZONAS DEPORTIVAS

Faltan equipamientos pese al mínimo avance

Aunque hay que reconocer una leve mejoría de los equipamientos deportivos, aún se está muy lejos de lo deseable. En Santa María del Mar, por ejemplo, los surfistas llevan reclamando desde hace años la instalación de taquillas y en las zonas de voley playa y fútbol playa sería aconsejable contar con módulos de servicios.