Operación salvar los glacis de Cádiz

Los trabajos que la Demarcación de Costas está ejecutando en la muralla exterior de la ciudad, dando continuidad al plan aprobado en 2015 y que se ha vuelto a activar tras años de abandono, incluye también la recuperación del último tramo de los glacis de la ciudad que aún sigue en pie.

Los trabajos, ahora en marcha, se centran en la muralla que sirve de apoyo a la rampa de acceso a la playa de Santa María del Mar. Aunque a muchos puede pasar desapercibida esta construcción, sin valorar su relevancia histórica, la misma forma parte del complicado complejo de fortificaciones que protegía la entrada de la ciudad desde extramuros, conocido como los glacis.

Esta la primera vez que se actúa sobre este lienzo de la muralla desde la década de los años ochenta, cuando se realizó un proyecto integral en la playa de Santa María del Mar tras producirse un hundimiento que provocó la muerte de varias personas. Entonces se construyó el talud hoy existente y se urbanizó este acceso.

Esta operación eliminó las rocas que llenaban la playa y se llevó por delante algunos trozos de la misma muralla, que permanecían anclados a la arena.

Desde entonces sí aguanta la popularmente conocida como “piedra barco”, que formaba parte de la propia muralla y que los días de marea baja, y más ahora con la pérdida de arena que sufre esta playa, es claramente visible.

El mal tiempo

El azote de los temporales siempre puso en riesgo está parte de la fortificación que protegía la ciudad, como pasó durante décadas en el Campo del Sur.

En la zona de Santa María del Mar y hasta la altura de Cruz Rojo y el Pirulí, los lienzos de la muralla fueron hundiéndose poco a poco, con especial virulencia en el inicio del siglo XX (como se pueden ver en la imagen que acompaña esta información).

Los destrozos eran tan importantes que incluso quedaban al aire libre los accesos a los túneles que conectaban bajo tierra todos los glacis (utilizados como fortificaciones militares durante largo tiempo) y que acabaron por llamarse “las cuevas de María Moco”.

Todo este proceso de pérdida de estas murallas se aceleró tras el inicio, en 1906, del derribo de las fortificaciones en la zona del muelle, que poco a poco se fue extendiendo por otros puntos de la ciudad.

En Santa María del Mar y en la zona de la Cárcel Real, el mar ayudó en este plan de demolición de este importante patrimonio histórico de la ciudad.

La falta de estabilidad del terreno afectó incluso a los proyectos que, tras la Guerra Civil, se aprobaron para urbanizar la zona de acceso al casco antiguo. Entonces se diseñaron dos barrios para las clases altas de la sociedad gaditana en Bahía Blanca y Santa María del Mar. Mientras que en la primera los trabajos avanzaron a buen ritmo, la promotora dilató la fase de la playa debido al precario estado del terreno y el alto coste que suponía asentarlo.

En esta zona se construyó en la década de lo años cincuenta un balneario que también entró en ruina por los temporales, hasta su demolición definitiva apenas unos años más tarde.

Hace dos décadas el Ayuntamiento planteó la construcción de un aparcamiento subterráneo desde la esquina del baluarte de San Roque. Entonces se proyectó recuperar la vieja alineación de la muralla para conseguir más espacio para el equipamiento. Los estudios sobre la estabilidad recomendaron anular este proyecto.

A la vez, Costas ya ha realizado numerosos estudios sobre cómo evitar la pérdida de arena en esta playa, lo que supondría un elevado coste económico con la ampliación de los espigones ya existentes y la construcción de uno submarino.