Indignados y engañados, después de despedidos, algunos tras más de veinte años de trabajo, con la excusa de la aplicación de una reforma laboral diseñada precisamente para garantizar la estabilidad en el empleo. Así dicen sentirse medio centenar de monitores de cursos municipales a los que el Ayuntamiento de Cádiz comunicó el pasado mes de abril que no se les renovaban sus contratos. Viendo cómo se externalizan, cómo salen a adjudicación a una empresa los servicios que antes prestaban en la Fundación Municipal de la Mujer, en el Centro Cultural El Bidón y en los centros de mayores.

Indignados y engañados porque en el último Pleno salió adelante, por unanimidad y con el voto a favor del equipo de Gobierno local, una propuesta del Partido Popular, en la que el Gobierno local se compromete a “implementar soluciones para la contratación de los monitores despedidos”.

Indignados y engañados porque tanto el alcalde, José María González, Kichi, y el primer teniente de alcalde y concejal de personal, Demetrio Quirós, manifestaron expresamente su apoyo y compromiso con ellos en el transcurso del Pleno.

Indignados y engañados porque el mismo día de la sesión plenaria, el Consejo de la Fundación Municipal de la Mujer publicaba un pliego para adjudicar a una empresa los talleres y actividades que hasta el pasado mes de abril atendían buena parte de esos 50 monitores municipales. La convocatoria de adjudicación salía adelante con el voto en contra del PP y Cs, la abstención del PSOE y el único voto favorable de los representantes del equipo de Gobierno.

Este periódico ha tenido acceso a ese pliego que se publica bajo el título de “Prescripciones técnicas para la contratación por lotes de los servicios necesarios para la realización de programas formativos 20022/2023 del organismo autónomo Fundación Municipal de la Mujer del Excmo. Ayuntamiento de Cádiz”.

Junto a un buen número de cursos que responden directamente a los objetivos del Plan Integral Contra la Violencia de Género y a los del Plan Contra la Lgtbifobia y a favor de la Diversidad Afectivo-Sexual, aparecen en los lotes 10 y 11 una serie de “talleres y actividades físicas” y “talleres artísticos con perspectiva de género y LGTBIQ+”, que vienen a coincidir con los que impartían los monitores a quienes no se les renovó el contrato en abril: entre ellos, zumba, bailes latinos, gimnasia terapéutica, escritura autobiográfica, pintura en tela y al óleo, reciclado textil, patchwok y bordado.

El pintor Julián Delgado es uno de los monitores afectados y ya ha denunciado su caso en el juzgado. Después de 15 años impartiendo cursos de pintura al óleo en la Fundación y en El Bidón, en abril le comunicaron con 15 días de antelación que no le renovaban el contrato. “En la Fundación firmábamos de tres en tres meses y en El Bidón, de seis en seis. Pero de repente nos vimos en la calle. Argumentaron que con la reforma laboral desaparecen todos esos contratos por obras y servicios y se tienen que convertir en fijos o fijos discontinuos, que sería la figura que nos correspondería, ya que trabajamos nueve meses al año", explica el artista plástico.

"Nos dijeron que lo estudiarían y luego, que no podían asumir contratos no presupuestados. Nos han tenido cerca de mes y medio sin darnos respuesta de ningún tipo. El resto de las fuerzas políticas nos apoyó y finalmente intervinimos en el Pleno. Y allí mismo nos enteramos de que van adjudicar los cursos de la Fundación a una empresa. Nos quedamos estupefactos. Estamos indignados y nos sentimos engañados”, confiesa el monitor municipal.

Julián tampoco ve solución en que sean contratados por una empresa adjudicataria porque eso haría todavía más precarios los salarios que venían percibiendo. “La única solución es que nos hagan fijos discontinuos, que es realmente lo que llevamos siendo, en fraude de ley, durante tantísimos años”, concluye el monitor de pintura.