El Molino de Mareas de Cádiz languidece ante el olvido de las administraciones

Calificado como BIC, ni la Junta ni Costas se aclaran sobre quién debe asumir su reforma

Hace ya años el Ayuntamiento lo apuntaló evitando su derrumbe

El patrimonio de Cádiz se topa con la falta de dinero para su recuperación

Una imagen del deplorable estado actual del Molino de Mareas en el Río Arillo. / Jesús Marín

Cádiz acumula un legado histórico de gran valor que, sin embargo, no se cuida como se debiera. No solo por la obligación moral de mantener nuestro patrimonio, sino también por el papel que puede jugar como oferta cultural y turística y lo que ello conlleva: riqueza y creación de empleo para la ciudad.

Mientras que en el término urbano se actúa con más o menos diligencia: ahí se está a la espera de la definitiva recuperación del castillo de San Sebastián y al impulso de la puesta en uso de todo el frente de la Puerta de Tierra, hay un referente de nuestro patrimonio que languidece, ignorado por las administraciones: el Molino de Mareas junto al río Arillo, en la frontera entre Cádiz y San Fernando.

Este viejo conjunto industrial, pues su construcción data de mediados del siglo XVIII, siendo uno de los molinos mareales que aún quedan en pie (casi por milagro) más relevantes de todo el occidente atlántico, según destaca el colectivo Hispania Nostra, acumula desde hace más de 30 años un proceso de deterioro y abandono que pone en peligro su propia supervivencia.

Solo en la etapa de gobierno de Teófila Martínez el Ayuntamiento, ajeno a su propiedad, actuó para evitar su inminente desplome reforzando su estructura con un apuntalamiento de hierro, con un coste cercano al millón de euros hace ya unos años. Un momento en el que la administración local intentó expropiar, sin éxito, este inmueble.

En todo este tiempo, tanto la propiedad como la responsabilidad de su mantenimiento han girado entorno a dos administraciones: la Junta de Andalucía y la Dirección General de Costas, que llevan años mirando cada una a otro lado antes de asumir la carga, muy costosa, de la recuperación del Molino.

El Estado siempre ha considera que es la Junta la responsable de este conjunto al declararlo BIC. Por el contrario, la administración regional afirma que no tiene esta protección, aunque sí forma parte desde 2002 del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Y dice, también, que se ubica dentro del Dominio Marítimo Terrestre: es decir, en zona de Costas.

Tras un estudio elaborado en 2022 la Dirección General de Costas volvió a dejar en manos de la Junta el mantenimiento del Molino de Mareas. El Ayuntamiento, en diversas ocasiones ha ido reclamando el arreglo y la puesta en valor de todo este conjunto.

Hay, incluso, proyectos privados para dar vida de nuevo al Molino. Y más recientemente la Junta rodeó todo el complejo con un nuevo y costoso carril para bicicletas, uniendo a Cádiz con San Fernando.

Curiosamente, con la llegada de los nuevos ayuntamientos tras las elecciones de 2023, los dos municipios acordaron un plan de actuación para mejorar la autovía que une estas ciudades, a modo de una avenida nueva. Por el momento no se ha actuado para cumplir con este compromiso, en cuyo desarrollo se toparían con el estrado degradante del Molino de Mareas.

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